EL PAíS
› CAMBIOS EN LA CUPULA INTERNACIONAL
DE REPSOL YPF, LA MAYOR EMPRESA DEL PAIS
Se fue un duro, ¿llega un amigo?
El titular de Repsol YPF, Alfonso Cortina, quien protagonizó más de un cruce en los últimos tiempos con la administración Kirchner, dejó su cargo. Lo reemplazará al mando de la empresa controlada por el Estado español un hombre afín al socialista Rodríguez Zapatero. El Presidente “no se puso triste”, fue el comentario en la Rosada.
El titular del Consejo de Administración de Repsol YPF, Alfonso Cortina, dejó su cargo y será reemplazado por el titular de Gas Natural, Antoni Brufau, un hombre más cercano al socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien ya había manifestado su intención de dar otro rumbo a la empresa controlada por el Estado español. Sin embargo, el cambio en la jefatura no implicaría grandes modificaciones en la estrategia de la filial argentina. Néstor Kirchner “no se puso triste”, manifestó un vocero de la Casa Rosada, dejando en claro la posición oficial sobre el recambio. El Presidente confía en que la nueva conducción “optimice” el diálogo entre las partes, agregó la fuente. Las relaciones entre el Gobierno y la petrolera española sufrieron altibajos a partir de la crisis de abastecimiento de gas del segundo trimestre del año y del ajuste en los precios de los combustibles. En contraste, las relaciones de Cortina con el menemismo y la administración de Fernando de la Rúa habían sido óptimas.
De acuerdo con un comunicado difundido por Repsol, Brufau reafirmó, a poco de ser designado, la “plena confianza” y el “firme compromiso empresarial” de la firma con su filial en el país y destacó “la voluntad de entendimiento de la compañía con el gobierno argentino”.
De lo que no cabe duda es que los cambios en la política interna de España no alterarán el rol de la Argentina en el esquema internacional de la empresa. En un contexto de suba internacional del crudo, el país seguirá siendo un área de reserva estratégica, tal como fue pensada al momento que Repsol comenzará a adquirir el paquete accionario de la estatal YPF.
La renuncia de Cortina fue presentada en una reunión extraordinaria del Consejo de Administración. Según la empresa, la salida del “hombre del rey” (era pública su excelente relación personal con el rey Juan Carlos) se debió a “una decisión estrictamente empresarial, que se enmarca en una estrategia que permita afianzar la posición de la compañía en el entorno internacional, afrontar los nuevos retos del escenario energético e impulsar su crecimiento futuro en todos los mercados”, apenas una declaración formal que nada explica sobre el cambio político en la conducción.
En rigor, la primera piedra fue tirada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que cuestionó la idoneidad de los principales ejecutivos de las empresas privatizadas designados por el Partido Popular. Cortina estaba al frente de Repsol desde junio de 1996, poco tiempo después de la llegada al poder de José María Aznar.
Fuentes del sector energético dijeron que la salida de Cortina se produjo a partir de la intención de La Caixa de desplazarlo haciendo valer su papel de primer accionista de la empresa, aunque el banco sólo posee el 12,5 por ciento de las acciones, 9,1 por ciento en forma directa a través de La Caixa Holding y el resto a través de Repinvest. De hecho, el relevo fue con un hombre del holding catalán. Brufau, además de titular de Gas Natural, es director general de La Caixa Holding. El BBVA, la entidad de origen de Cortina y segundo accionista de Repsol con alrededor del 8 por ciento del capital, se abstuvo en la votación, en tanto que la petrolera mexicana Pemex, que es tercer accionista con cerca del 5 por ciento del capital, apoyó el alejamiento.
Desde la Casa Rosada recordaron que desde la óptica presidencial el ex número uno de Repsol encarnaba “el pensamiento de José María Aznar, con un corte extremadamente pro empresas”. Las fuentes dijeron que la salida de Cortina “no entristeció al Presidente”. “Del diálogo que tuvo con Rodríguez Zapatero en Nueva York (en septiembre pasado), a Kirchner le quedó toda la sensación de que se ponía en marcha una nueva etapa en el vínculo empresas españolas-Argentina”, aseguró el informante.
Cortina abandona Repsol con las formalidades de rigor. El Consejo destacó que “sus ocho años de eficaz gestión” permitieron “generar el crecimiento y la rentabilidad necesarias para consolidar a la compañía como una verdadera multinacional y una de las mejores petroleras del mundo”. Como presidente de Repsol, Cortina lideró la operación de integración con YPF, lo que permitió dimensionar al grupo a nivel internacional y posicionar a la empresa como la octava petrolera privada. El agregado no fue menor ya que la ex estatal argentina sumó a la petrolera su insumo básico: el petróleo.
Los vínculos de Cortina con el menemismo y la administración De la Rúa fueron aceitados. Sin embargo, la devaluación dio lugar a los primeros roces con el gobierno, primero de Duhalde y luego de Kirchner, que se agravó como consecuencia de una puja por el ajuste de tarifas y la crisis energética de este año.
Algunos privilegios, sin embargo, no fueron removidos. Entre ellos la posibilidad de dejar el 70 por ciento de las divisas de exportación en el exterior aun en tiempos en que se implementó un control de capitales y, hasta que la crisis energética lo volvió escandaloso, la sorprendente exclusión del gas natural de las retenciones a las exportaciones de hidrocarburos dispuestas por la Ley de Emergencia Económica. Las retenciones móviles a las exportaciones de petróleo, instauradas para contrarrestar los efectos internos de la suba internacional del crudo fueron otro foco de conflicto.
El pico de máxima tensión llegó cuando el propio Kirchner le recriminó a la compañía española la falta de inversiones y acusó a sus directivos de “tapar los pozos” de gas para presionar por una suba de tarifas.
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