Por I. H.

Apenas terminó su reunión habitual de los martes, la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura se encontró con una nueva sorpresita de Juan José Galeano: pidió que le concedan una tercera prórroga para declarar por las graves irregularidades que se le imputan en el manejo de la causa sobre el atentado a la AMIA. Los consejeros tendrán hoy una reunión extraordinaria para tomar una decisión. Si se atienen a lo que acordaron la última vez que discutieron el tema, no aceptarán más postergaciones y el juez quedaría obligado a dar explicaciones en la fecha fijada, o sea, este viernes. Familiares de las víctimas irán a pedir que no haya más concesiones para el magistrado.
Antes, uno de los argumentos de Galeano para extender los plazos era que no se conocían los fundamentos de la sentencia del tribunal oral que juzgó el atentado terrorista. Ahora que ya se hicieron públicos, sostiene que tuvo “grandes dificultades” para “acceder” a ellos, lo que sumado a su “extensión” hace “imposible –dice– que pueda llegar con un conocimiento razonablemente acabado de las imputaciones a mi desempeño”. En el escrito, aprovecha para opinar que la sentencia oral “consagra la impunidad de los imputados por el atentado” y “ataca toda la tarea que como juez de instrucción cumplí durante casi diez años de investigación”.
Galeano tiene dos grandes frentes de tormenta: uno en la Justicia, por los delitos que le adjudicó el Tribunal 3, y otro en el Consejo de la Magistratura, donde se juega su cargo. La convocatoria a declarar de la Comisión de Acusación es la antesala de su juicio político. Un informe preliminar elaborado en ese organismo lo acusa de mal desempeño por el pago de 400 mil dólares a Carlos Telleldín para que acusara a los policías bonaerenses, pero también por la fabricación y destrucción de pruebas y por las coacciones, con tortura en algún caso, manifestadas por testigos.
El equipo de Acusación, que encabeza el radical Juan Mínguez, tendrá hoy una reunión de apuro para decidir si le conceden a Galeano una tercera prórroga. Si queda firme la convocatoria para pasado mañana, el juez deberá hacer su descargo sí o sí, en persona o por escrito. Pero si no se presenta de ninguna forma, los consejeros estarían dispuestos a elaborar directamente un dictamen acusatorio para que sea votado por el plenario. Esa es la instancia que tiene la última palabra para decidir si tiene que enfrentar al juzgado de enjuiciamiento.