EL PAíS
Una catarata de apelaciones al fallo sobre el atentado a la AMIA
DAIA, AMIA y Familiares cuestionaron todo el fallo. Memoria Activa no apeló y el fiscal lo hizo en parte. Críticas de Apemia.
› Por Raúl Kollmann
Con sus notorias diferencias, ayer se presentaron distintas apelaciones al fallo del Tribunal Oral que absolvió a todos los imputados en el atentado contra la AMIA. La DAIA siempre defendió la investigación del juez Juan José Galeano por lo que era la más interesada en cuestionar todo el fallo, especialmente la parte en que el Tribunal sostuvo que la investigación fue un armado falso destinado a tranquilizar a la sociedad entregándole culpables truchos con lo que también se actuó al servicio de “políticos inescrupulosos”. Un poco a regañadientes, la AMIA acompañó la apelación en todos sus términos. Hoy en día cuestionan la investigación del gobierno de Menem y Galeano, pero se plegaron aduciendo que “es bueno que otros jueces revisen lo que hicieron los jueces del Tribunal Oral”.
La otra agrupación de familiares, Memoria Activa, que siempre denunció las irregularidades de la investigación, no apeló el fallo considerando que refleja lo visto en el juicio oral. El fiscal Alberto Nisman tampoco apeló la decisión de absolver a los acusados, pero sí presentó un escrito en el que, de hecho, pide que sean condenados por las extorsiones y delitos comunes que quedaron muy probados en el juicio oral. Por último, la tercera agrupación de familiares, Apemia, criticó a todos señalando que “simulan apelar, pero no piden la nulidad del fallo”. Para redondear, el ex comisario Juan José Ribelli también apeló, pero pidiendo que las millonarias costas del juicio sean pagadas por la DAIA, la AMIA y los familiares.
Al vencerse el plazo de las apelaciones, todos presentaron su escrito ante el propio Tribunal Oral, que deberá aceptar o rechazar esos recursos. En cualquier caso, las partes pueden recurrir en queja a la Cámara de Casación y todo indica que las cosas llegarán a la Corte Suprema.
Estas son las aristas principales de las presentaciones:
- AMIA, DAIA y Familiares dicen que el Tribunal ya había decidido su criterio antes de empezar el juicio y que entonces los jueces “dibujaron” la acusación de que todo fue un armado para encontrar culpables para tranquilizar a la sociedad. Los querellantes dicen que no hay pruebas de que haya existido ese armado y que ni siquiera el pago a Carlos Telleldín –que cuestionan– indica que la historia contada por él no sea cierta. En conclusión, insisten en que Telleldín, Ribelli y los demás son culpables, pero que las pruebas fueron mal valoradas. Para colmo, el Tribunal prácticamente dijo que la DAIA, a través de su presidente, Rubén Beraja, fue parte del falso armado, algo que en el escrito de ayer se niega.
- Los familiares de Memoria Activa ratifican en su escrito lo que vienen afirmando desde hace años: que el Estado argentino incumplió con su obligación de investigar. Por ello iniciaron en su momento una demanda ante la OEA. Memoria sostiene que inicialmente creyó en la culpabilidad de Telleldín, pero que los jueces realizaron una evaluación imparcial que no está sujeta a recurso.
- El fiscal Alberto Nisman también evaluó lo que se vio en las audiencias orales y aceptó la decisión de los jueces de absolver a los acusados. Sin embargo, Nisman cuestiona que por una nulidad dispuesta por los magistrados, se haya echado por tierra otras acusaciones contra Telleldín y los policías, no por el atentado, pero sí por extorsiones y otros delitos comunes. Nisman quiere que la Casación revoque la nulidad y que los acusados sean condenados por las extorsiones.
- Por último Apemia, la organización que lidera Laura Ginsberg y que se abstuvo de participar en el juicio, consideró que en realidad ninguna de las partes cuestiona un fallo que –según Apemia– exculpó a Ribelli, Telleldín y al Estado argentino.
El propio Ribelli no dejó de dar la nota. En apelación presentada por su abogado, José Manuel Ubeira, reclama que las costas sean pagadas por los querellantes, o sea las víctimas del atentado.