EL PAíS
› EL PEDIDO DE ALIMENTOS DE LOS DESOCUPADOS
Con la boca en supermercados
› Por Laura Vales
Apretados por la suba en los precios de los alimentos, desocupados organizados de la ciudad de Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Neuquén y Mendoza y el conurbano pidieron bolsones de comida en la puerta de las grandes cadenas de supermercados, mientras que otros grupos formulaban idéntico pedido a intendentes del Gran Buenos Aires y en la Capital era ocupada la Secretaría de Desarrollo Social. Las protestas se sucedieron desde la mañana temprano y cuando se desató la crisis de gabinete algunos sectores piqueteros evaluaron marchar a Plaza de Mayo, pero finalmente prefirieron esperar a conocer el nombre de los reemplazantes. Para bajar la tensión, en la provincia de Buenos Aires el gobierno destrabó el cobro de los planes de empleo a pesar del feriado bancario, a la vez que el ministerio de Trabajo anunció que mañana pagará los planes de empleo en todo el país.
Los reclamos de comida fueron organizados por el Movimiento Barrios de Pie (CTA), a quienes en un par de localidades del conurbano se unieron manifestantes del sector de Raúl Castells, el Movimiento de Jubilados y Desocupados (MIJD). Los piqueteros dejaron petitorios en hipermercados de Pompeya, San Isidro, San Miguel, Ramos Mejía, Morón, Lanús, Avellaneda y Adrogué. En Mendoza montaron una olla popular frente a la casa de gobierno y en Córdoba, Chaco, Neuquén y Mar del Plata hicieron cortes de ruta. En casi todos los casos, informó Jorge Ceballos, las empresas recibieron el pedido y quedaron en responder en 48 horas.
Los dirigentes denunciaron que en el último mes el tema de los alimentos pasó a ser el problema prioritario a resolver. “En los comedores del conurbano ya hay debates sobre los saqueos, la gente discute si hacerlos o no”, sostuvo Ceballos. “Cuando esto ocurre es porque el tema del hambre está pesando, ya que todo el mundo sabe que los comerciantes están armados y nadie quiere jugarse la vida porque sí.”
Por la tarde, trescientos desocupados del Movimiento Territorial de Liberación (vinculado al Partido Comunista) ocuparon durante cinco horas la Subsecretaría de Promoción Social porteña en reclamo de dos mil bolsones de comida. Beto Ibarra, dirigente del MTL, dijo que las bolsas habían sido prometidas un mes atrás pero nunca fueron entregadas. Los manifestantes se retiraron del edificio tras convenir que recibirían 400 bolsones por la noche y el resto en los próximos días.
Para descomprimir el ambiente, el gobierno bonaerense destrabó el pago de los planes de empleo provinciales y empezó a pagar en Lanús y Quilmes, a la vez que negociaba mecanismos para extenderlo a otros partidos del conurbano. En La Matanza se evaluó hasta la posibilidad de hacerlo en comisarías y sedes de la municipalidad, estrategia destinada a evitar la irritación de los ahorristas. En el gobierno nacional, el Ministerio de Trabajo anunció un acuerdo con los bancos por el cual hoy podrán cobrarse las jubilaciones, mañana los planes de empleo nacionales y el viernes los seguros de desempleo.
“El cobro ayudó a bajar la tensión”, consideró Andrés Fernández, del MTD de Solano, “pero no resuelve el aumento de los precios, que para nosotros es grave porque no nos llega asistencia alimentaria, ni el problema de la salud, con los hospitales que recortan prestaciones”.
Un tercer sector de desocupados organizados, integrantes de la Corriente Clasista y Combativa, también pidieron bolsas de alimentos en los municipios de Quilmes y Lomas de Zamora. “Reclamamos la inmediata entrega de alimentos, zapatillas, chapas y guardapolvos, colchones y frazadas; no queremos más ajuste en la educación y no queremos aumentos de la canasta familiar”, dijo a la prensa la dirigente Norma Lebret, de Quilmes.
Todo indica que habrá nuevos reclamos en lo que queda de la semana. Anoche el Bloque Nacional Piquetero, donde se agrupan las líneas piqueteras de los partidos de izquierda, coordinaba medidas con los desocupados de la Aníbal Verón para mañana, cuando marcharán a la Plaza deMayo para pedir la renuncia de Eduardo Duhalde, mientras otros sectores de los desocupados organizados evaluaban medidas.