“Las expectativas son tremendas.” Así calificó ayer el presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), Marcos Palacios, el “memorándum de entendimiento” que firmaron los gobiernos de Argentina y China en materia de turismo. El acuerdo, que permite el ingreso al país de grupos de no menos de cinco turistas chinos, “es la puerta de entrada a (el mercado turístico de) Oriente”, según definió el subsecretario de Turismo de la Nación, Daniel Aguilera. Es que hasta ahora Argentina no era un destino aprobado por la república asiática. “Sólo venían hombres de negocios o personas nacidas en China que viven en otros países”, explicó Palacios a Página/12. El entusiasmo de empresarios y funcionarios no es para menos: aseguran que en el país gobernado por Hu Jintao existen casi 50 millones de potenciales turistas de alto nivel adquisitivo en condiciones de gastar 300 dólares por día. Y para 2015 se espera que sea el mayor mercado emisor de turistas del mundo.
El convenio tiene como objetivo la “facilitación de viajes de grupos de turistas chinos”. Así, Argentina se suma a los 21 países que ya figuraban en la lista de destinos aprobados. Entre ellos se encuentran Canadá, Cuba, Australia, las naciones pertenecientes a la Unión Europea y Brasil, que se sumó la semana última durante la visita de Hu Jintao a ese país. Para concretar la llegada de orientales, la Secretaría de Turismo de la Nación le encomendó a la Asociación de Agentes de Viaje y Turismo que arme un listado con operadores habilitados para trabajar con ese mercado, en el que ya se registraron 124 agencias. Por su parte, China se manejaría con cuatro empresas oficiales para organizar y articular los viajes con los operadores locales. Hoy, China es considerado un importante emisor en este mercado, pero en 2010 ya ascenderá a los primeros puestos y en cinco años más, se espera que ocupe el primer lugar.
“Todo lo referido a los números chinos es tremendo: hay 20 millones de personas que viven en China que son millonarios. Con que venga el 0,02 por ciento del mercado sería impresionante”, se entusiasmó Palacios. El cambio en la relación entre ambos países es radical: mientras Argentina permaneció como un destino no aprobado, los turistas debían hacer un “extenso y complicado” trámite para poder realizar el visado, por lo que la gran parte de los viajantes era –hasta ahora– empresarios, señaló Aguilera a este diario.
El gusto de los turistas chinos no dista mucho del resto de los extranjeros que llegan a la cuna del tango y la chacarera. “Les gusta ir a los espectáculos tradicionales que exhiban la cultura local. Pero también disfrutan al conocer destinos como Bariloche e Iguazú, además de los lugares donde estén en contacto con los animales”, explicó Palacios, quien trabajó durante muchos años con contingentes de personas nacidas en China, pero que viven en otros países. “Siempre han venido muchos chinos y se han ido contentos”, añadió.
El secretario de Turismo de Nación, Enrique Meyer, contó además que la “televisión central de China ha organizado dos documentales, uno de ellos en noviembre de 2003 y otro en enero de este año, destacando el patrimonio natural y cultural de Argentina”. La generación de fuentes de trabajo a partir de este acuerdo es otro de los puntos fuertes que destacan funcionarios y empresarios del sector. “El turismo es un servicio y como tal es brindado por personas. Se incorporarán traductores, guías, conductores y todo lo que sea necesario para la atención de los visitantes”, enfatizó el titular del CAT.
Este convenio comenzó a ser gestado en la última Asamblea Mundial de Turismo, realizada en septiembre de 2003. A partir de allí, se iniciaron los intercambios entre las dependencias de turismo de ambos países, que terminaron por sellarlo el martes último, el mismo día que llegó a la Argentina Hu Jintao. De todas formas, los grupos de turistas estarán acompañados por un coordinador del gobierno asiático. “La llegada de personas va a ser paulatina. No es que mañana van a llegar miles de chinos, pero es una clara puerta de entrada a Asia”, destacó Aguilera. En tanto, Meyer explicó que “los contingentes que vendrán son grupos organizados” y, aunque viajarán “con un guía coordinador de China, luego los guías locales los manejarán dentro de nuestro país”.
En cuanto a la capacidad para albergar a los viajantes orientales, Palacios sostuvo que en el país “se están construyendo muchos hoteles. Pero, además, está previsto que las autoridades chinas traigan inversores para construir más hoteles” que les permitan alojar a sus compatriotas.
Llegar a destino, de todas formas, no es tarea fácil: los turistas deben pasar varias horas de vuelo para luego hacer trasbordo en ciudades europeas como Madrid o Berlín, o en Estados Unidos, para luego continuar viaje hacia Buenos Aires.

Informe: Maricel Seeger.