EL PAíS
› OPOSITORES Y OFICIALISTAS EN EL FRENTE GRANDE
Tres posiciones en la crisis
› Por Santiago Rodríguez
La crisis que hace tambalear al Gobierno mostró una vez más matices diferentes dentro del Frente Grande. El grupo alineado con el Ejecutivo, que encabezan Darío Alessandro y Juan Pablo Cafiero, consideró conveniente “no retacear apoyo en un momento de tanta fragilidad institucional” y a la noche estuvo reunido en Olivos con el presidente Eduardo Duhalde, a quien le solicitó de todos modos que imprimiera un sesgo “más productivista” a su gestión. En cambio, el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, optó por mantenerse equidistante y el sector más cercano al ARI reclamó la convocatoria a elecciones anticipadas (ver aparte).
“Estamos dispuestos a ratificar la coalición parlamentaria sobre la cual se sustenta el Gobierno. Llamar a elecciones anticipadas no nos parece una salida adecuada porque la situación ha llegado a un nivel tal de conflictividad que puede terminar en cualquier cosa”, explicó a media tarde a Página/12 Nilda Garré.
Con el Congreso asediado por los ahorristas que reclaman la devolución de sus ahorros, los frentistas que han venido acompañando la gestión duhaldista optaron por reunirse precisamente en la casa de Alessandro. Cafiero, Garré y Rodolfo Rodil fueron algunos de los que siguieron desde ese lugar las alternativas de la crisis. A la delegación que por la noche visitó a Duhalde se sumó Cristina Zucardi y, en cambio, no fue de la partida el vicejefe de Gabinete.
La idea que primó en ese sector del Frente Grande fue que más allá de ser “espectadores de las decisiones que terminarán adoptándose en función de la interna del PJ” era necesario “mantener la base de sustentación política” de Duhalde. En el marco de los análisis que se realizaron en la casa de Alessandro, también se consideró “adecuada la idea de anclar el tipo de cambio porque aceptar la imposición del FMI de dejar flotar el dólar fue un grave error”, así como “razonable y fuerte desde el punto de vista jurídico” la denominada “ley tapón” que se giraría al Congreso para frenar la salida de depósitos de los bancos por orden judicial.
El contacto entre Ibarra y el Presidente, en cambio, se limitó a una conversación telefónica que ambos mantuvieron por la tarde. “Duhalde le contó de la renuncia de (el ministro de Economía, Jorge) Remes Lenicov, de la convocatoria a los gobernadores del PJ y de su idea de implementar un tipo de cambio fijo y Aníbal se limitó a escuchar”, contó a este diario un allegado al jefe de Gobierno porteño. Ibarra evitó realizar manifestaciones políticas, aunque no ocultó entre los suyos su “preocupación por la posibilidad de que el tema social degenere en algo difícil de manejar”.