EL PAíS
› POSICION DEL ARZOBISPO GIAQUINTA
“La desigualdad crece”
› Por Washington Uranga
“La desigualdad está creciendo en la Argentina en forma galopante”, sostuvo en su homilía de ayer domingo, el arzobispo de Resistencia y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Carmelo Giaquinta. Las declaraciones del obispo se apoyan en los datos recientemente divulgados por el Barómetro de la deuda social, de la Universidad Católica y se ubican en la misma línea del reciente documento de la jerarquía de la Iglesia, en el cual se hizo énfasis en cuestiones sociales.
Según Giaquinta, “desigualdad significa todo lo contrario de solidaridad, entendida ésta como una actitud permanente entre las diversas partes del entramado social”. Recogiendo afirmaciones que también sostuvo la jerarquía católica de manera colectiva, el obispo dijo ahora que “no sólo está afectada la capacidad de subsistencia de muchos argentinos sino niveles muy profundos de su personalidad: dificultades para comprender y razonar, sometimiento a las situaciones adversas del entorno, no poder enfrentar los problemas de modo resolutivo”.
En la misma enumeración, el titular de la Pastoral Social, sostuvo también que los argentinos hoy enfrentan la situación de “no poder proyectar ni planificar la propia vida, no tener acceso a los recursos educativos adecuados, no lograr desarrollar capacidades de trabajo en el marco de un empleo estable, no formar parte de la comunidad ni contar con lazos de confianza y reciprocidad, no participar de la vida política ciudadana ni sentir confianza en los actores institucionales”. Todo ello, afirma, puede llevar a “percibir que la propia vida no tiene sentido”.
Para Giaquinta la situación alcanza ribetes más graves, porque ocurre “en una Nación que presenta condiciones objetivas para evitar y corregir tales daños”. El obispo, que califica esta realidad como “inmoralidad colectiva”, dijo que “no hay que dejar de transitar ningún camino” para encontrar las soluciones adecuadas, pero hizo un llamado a los católicos al sostener que un camino “muy eficaz es fomentar en la Iglesia el espíritu de compartir en grado tal que rebalse a la sociedad civil”.
Hace una semana los obispos católicos habían difundido un documento al finalizar su segunda asamblea plenaria del año que sostenía que “con frecuencia, los argentinos nos comportamos como habitantes que nos aprovechamos de las riquezas de la Patria, pero no somos ciudadanos deseosos de procurar el bien común”.
Esta semana llegará a Buenos Aires el cardenal Renato Martini, presidente de la Pontificia Comisión de Justicia y Paz, con la finalidad de presentar aquí y para toda América latina un reciente compendio sobre la doctrina social de la Iglesia elaborado por el Vaticano.