El inminente alejamiento del excéntrico secretario de Cultura de la Nación, Torcuato Di Tella, se produciría hoy. Entre los candidatos que podrían reemplazarlo, el nombre que suena con más insistencia es el de Jorge Coscia, actual director del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). En diálogo con Página/12, Coscia aseguró que nadie se había comunicado con él para ofrecerle nada. “No puedo decir que me hayan convocado para el cargo por respeto a la investidura presidencial, pero soy un hombre del gobierno y estoy a disposición de lo que me pida el Presidente –confesó el cineasta, director de Mirta: De Liniers a Estambul–. Me parece poco serio decir qué es lo que haría si fuera secretario de Cultura. Mañana voy a ir como todos los días al Incaa”. Los rumores sobre la renuncia de Di Tella circularon ayer por la noche cuando el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que estaba en plena conferencia de prensa explicando los alcances del acuerdo comercial con China, dijo misteriosamente que “mañana (por hoy) va a haber novedades”.
La posibilidad de que renunciara se manejaba desde la semana pasada, después de unas polémicas declaraciones que el titular de Cultura hizo a la revista TXT, en las que señaló que el Gobierno tenía que estar más preocupado por “solucionar la cuestión del hambre en Santiago del Estero” que por ver “quién es la puta o la pelotuda” que maneja el Fondo Nacional de las Artes. Pero la incontinencia verbal del sociólogo no se detuvo ahí: se refirió al gobierno nacional como “un circo”, cuyo dueño es el presidente Néstor Kirchner. Y aunque después aclaró que estaba usando una metáfora, sus dichos cayeron como un balde de agua fría en el entorno presidencial horas antes de que se iniciara el III Congreso Internacional de la Lengua Española. De confirmarse la salida de Di Tella, sería el epílogo del secretario de Cultura argentino más controvertido de los últimos tiempos, incluso hay quienes sugieren que ha superado en excentricidad al escritor Jorge Asís, quien ocupó el mismo cargo en épocas del menemismo. “Si quieren un pedante, con prosopopeya y que cuide las palabritas y que diga lugares comunes busquen a otro”, chicaneó Di Tella a los cronistas que lo esperaban la semana pasada en la puerta de su casa.
“Si no les gusta la metáfora, bueno, que vayan a buscar otro tipo que sea más pedante”, amenazó Di Tella, y añadió que no realizaba declaraciones polémicas por “embromar”, sino porque tenía “un rol docente, de avivar a la gente y sacarla de la estupidez de repetir lugares comunes”. También señaló que utilizaba “el lenguaje de la ciudad de Buenos Aires y del país” y que trataba de “decir las cosas claras y no cosas que no se entienden como muchos supuestos intelectuales”. El secretario de Cultura asumió con el inicio de la gestión presidencial de Néstor Kirchner, en mayo del año pasado, después de haber anunciado su respaldo al por entonces candidato patagónico durante la campaña proselitista. El polémico funcionario es egresado de la carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad de Buenos Aires, tiene un Master en Sociología en la Universidad de Columbia (Nueva York), y es autor de El sistema político argentino y la clase obrera, Sociología de los procesos políticos, Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas e Historia de los partidos políticos en América Latina, entre otros títulos.
Coscia es un militante peronista que asumió en el Incaa durante la presidencia de Eduardo Duhalde. De perfil nacional y popular, quienes aseguran que será el próximo secretario de Cultura confían en que cambiará el controvertido estilo de gestión de Di Tella.