Tal como estaba previsto, el pliego de Ricardo Lorenzetti para ocupar el cargo de Adolfo Vázquez en la Corte Suprema fue aprobado ayer en la Comisión de Acuerdos del Senado. Durante una hora y media, el jurista santafesino respondió a las impugnaciones recibidas en su contra y al cuestionario elevado por los senadores y Organizaciones no gubernamentales. Aunque el oficialismo intentará aprobar hoy su pliego en el recinto, es probable que los radicales lo obliguen a esperar hasta el 22. Tanto durante la audiencia como a la salida, ante la prensa, Lorenzetti trató de evitar las definiciones tajantes. Sin embargo, expresó que la pesificación es un asunto que debe ser “tratado y cerrado cuanto antes”.
La pregunta apareció porque el candidato a la Corte expuso una interpretación sobre las consecuencias de aquella medida adoptada durante el gobierno de Eduardo Duhalde en un libro publicado en 2002. De todos modos, durante la audiencia manifestó que no estaba “ni a favor ni en contra” de la pesificación. Y que sus opiniones doctrinarias no debían ser tomadas como un prejuzgamiento.
Respecto de su doble nacionalidad (argentina e italiana), explicó que nunca ejerció sus derechos políticos fuera del país. Y agregó que nunca estuvo afiliado a partido político alguno. En todo momento se refirió al “señor Presidente”, tratando de tomar distancia dado que en las impugnaciones fue cuestionado por su amistad con el matrimonio presidencial.
Los antecedentes académicos del candidato son abundantes, así como sus publicaciones. Y sus impugnadores utilizaron una de ellas, denominada “La empresa médica”, en la que queda expuesta su posición favorable al modelo privado de salud.
Con el apoyo de una computadora portátil, Lorenzetti admitió que tenía dinero depositado en el exterior y siguió respondiendo. El senador Jorge Yoma destacó que su declaración jurada estaba en orden.
Las demás objeciones a su candidatura fueron presentadas por organizaciones contrarias al aborto, porque Lorenzetti declaró en algún momento que “hay que buscar puntos de encuentro y consensos”. Durante la audiencia se limitó a decir que “en el derecho vigente hay una clarísima definición constitucional que no podemos modificar: la vida humana comienza en la concepción”, y manifestó que no impulsará “ninguna modificación” sobre el tema. Como suele ocurrir, quien se manifestó más inquisidora fue la senadora menemista Sonia Escudero.
Quien presidía en ese momento la sesión, el senador Norberto Massoni, abrió el debate permitiendo la participación de las organizaciones no gubernamentales, pero se encontró con la mirada del senador Nicolás Fernández, que con señas le pedía que cerrara el debate. Y así fue.
Los senadores radicales se oponen a tratar hoy el tema, e invocando una cuestión reglamentaria prefieren esperar hasta la semana próxima. Sin embargo, el PJ estaría en condiciones de conseguir los dos tercios necesarios para poder prescindir de la oposición, con el apoyo de los bloques minoritarios del cuerpo.