EL PAíS
España pasó a ser “estratégica” en un cambio de rango diplomático
La definición de “relación estratégica” fue escrita por Cristina Kirchner, en Madrid junto con Alberto Fernández. Hoy verán al rey Juan Carlos, a Rodríguez Zapatero y al asesor económico del primer ministro. Empresarios prometieron buscar socios argentinos.
› Por Martín Granovsky
El rey Juan Carlos, el presidente del gobierno y el asesor económico del gobierno: hoy estará concentrada la agenda oficial de Cristina Fernández de Kirchner y de quien, desde ayer y por el hábito español de usar el apellido materno, pasó a ser Alberto Fernández Pérez. Como prólogo, por primera vez la senadora dio carácter de “estratégica” a la vinculación de la Argentina con otro país fuera de Brasil.
Cristina Fernández lanzó esa definición en un lugar poco habitual, pero a sus palabras no se las llevará el viento porque no se trató de una declaración. Lo hizo al escribir sus impresiones en el libro de visitas de la cámara que reúne a las pequeñas y medianas empresas. Puso que estaba allí para “reafirmar la alianza estratégica en razón de los intereses comunes entre Argentina y España”.
Fernández de Kirchner y Fernández Pérez escucharon en la cámara lo que un funcionario argentino definió ante Página/12 como “la decisión de hacer nuevas inversiones en la Argentina”.
Lo único que pidieron los españoles, siempre según los argentinos, es que esta vez no los asustaran. Relataron que un primer contacto lo tuvieron cuando José Luis Machinea era ministro de Fernando de la Rúa, y recibieron un panorama negro. Luego se encontraron con Eduardo Duhalde en sus comienzos como presidente, y volvió a ser negro.
“Ustedes tienen que enamorarnos un poco”, pidieron ayer.
–¿No hay riesgo de que las pymes vengan a la Argentina sólo de proveedoras de las privatizadas grandes? –preguntó este diario.
–No. Dijeron que buscarán socios argentinos y que explorarán el mercado de autopartes y editorial.
Guillermo de la Dehesa, de Goldman Sachs-Europa, dio a los argentinos su percepción sobre la impresión de los empresarios de España. Según él, ellos creen que la crisis peor ya pasó, que las tarifas se arreglarán de algún modo en el futuro y que con el crecimiento están ganando dinero.
La comitiva confirmó la información de Página/12 según la cual el objetivo del viaje a España de los dos colaboradores cercanos de Néstor Kirchner no es conseguir dinero para una nueva relación con el Fondo sino exponer la situación política y económica ante los principales interlocutores de Madrid.
Fernández Cristina criticó a “algunos sectores que buscan complejizar y ver misiones secretas como si fueran a la Luna, cuando es simple”. Añadió que el Gobierno sólo quiere que “quienes tienen la responsabilidad de conducir los destinos de España estén informados acerca de cómo están marchando las cosas en Argentina”. Dijo que “para los que conocen un poco al Fondo Monetario Internacional, pensar que el respaldo de tal o cual gobierno es definitorio es pecar un poco de ingenuidad”.
La idea de la presunta mediación española fue calificada por Fernández Alberto como “un infantilismo”.
En cambio sí estuvo presente en las reuniones la inquietud de los empresarios por la relación argentina con el Fondo Monetario Internacional y con los bonistas. “Cuando la Argentina cierre todos sus problemas y las cuestiones que tiene pendientes como consecuencia del default, más seguras se van a sentir las empresas”, dijo el embajador Carlos Bettini. “Pero han dicho que eso, hoy, no es un condicionamiento para reinvertir en la Argentina”, resumió sobre los contactos mantenidos hasta ahora por la delegación.
Una combinación de todos estos temas figurará, con sus matices, en el maratón de hoy con el rey, el premier José Luis Rodríguez Zapatero y con su asesor económico, Miguel Angel Sebastián.
El rey funciona como paraguas, aunque la Casa Real marca la continuidad de las empresas, muchas de ellas privatizadas pero con fuerte implantación política.
En el caso de Rodríguez Zapatero el último contacto oficial argentino fue en Costa Rica, cuando Kirchner viajó un día a una cumbre iberoamericana que marcaba el debut del presidente del gobierno español pero hacía agua por la ausencia de Luiz Inacio Lula da Silva, Ricardo Lagos y Hugo Chávez.
En cuanto a Sebastián, funcionó como bisagra para señalar el cambio de relación entre Madrid y Buenos Aires cuando vino a la Argentina dos meses atrás y subrayó la salida de la recesión como novedad de reemplazo de la cuestión de las tarifas dentro de la agenda bilateral.
Rodríguez Zapatero llegará a Buenos Aires huyendo del frío madrileño a fines de enero. Lo acompañarán, también, los empresarios del Consejo de Cámaras con quienes Fernández de Kirchner y Fernández Pérez se vieron ayer.