Después de 26 días de conflicto, Metrovías llegó a un acuerdo con los trabajadores del subte, quienes levantaron el plan de lucha iniciado por un aumento de salarios. El paquete de mejoras que permitió destrabar la situación fue elaborado por el Ministerio de Trabajo, que hizo de mediador, y aceptado oficialmente por la empresa, los dirigentes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y el cuerpo de delegados de los subterráneos. El acta-acuerdo firmado regirá para el corto plazo: en un mes, el 18 de enero, las partes se volverán a reunir para retomar la discusión por los sueldos.
El acuerdo consiste en un pago por única vez, en diciembre, de una suma fija de 350 pesos para los boleteros, 400 pesos para los guardas y 450 para los conductores. A partir de enero, Metrovías otorgará un aumento de sueldo de 100 pesos, que, en verdad, quedó asimilado al incremento otorgado por decreto por el Gobierno. También subirá de 2,50 a 5 pesos el plus por antigüedad y reconocerá un extra a los empleados que cumplen horas nocturnas.
La propuesta había sido discutida el martes por los trabajadores, quienes la aprobaron en asambleas realizadas en las cinco líneas. Así y todo, ayer hubo cinco horas de nuevas negociaciones en el Ministerio de Trabajo. Participantes en la reunión dijeron a Página/12 que Metrovías tenía objeciones sobre el plus correspondiente a las horas nocturnas, mientras que los delegados querían agregar una cláusula para que la firma no impulsara denuncias penales contra los trabajadores que durante el paro se tiraron a las vías para bloquearlas. Como la discusión se empantanó, finalmente decidieron no modificar la propuesta original.
El Gobierno, dijo Norberto Ciaravino, jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo, tuvo durante el conflicto dos preocupaciones: “Que se mantuviera el servicio y conseguir una propuesta que contemplara los aspectos sustanciales de cada una de las partes”. Los funcionarios la redactaron en base a las posiciones presentadas por Metrovías y el sector gremial. Hicieron la semana pasada una primera versión, que los trabajadores rechazaron porque el aumento que el Gobierno otorgó por decreto a todo el sector privado licuaba lo conseguido con sus medidas de fuerza. El ministerio redactó entonces la oferta finalmente aceptada.
Para los trabajadores, dijo el delegado Roberto Pianelli, un punto clave fue “el compromiso de continuar con la discusión salarial a partir del 18 de enero”.
El subterráneo es utilizado cada día por unos 900 mil pasajeros. Durante las semanas de reclamo los trabajadores realizaron paros escalonados, inicialmente a la mañana temprano y luego en las horas pico. El acta-acuerdo firmado ayer abre un impasse para el verano, ya que habla de un aumento de 100 pesos para enero y febrero. Se supone que en marzo las partes habrán llegado a un nuevo acuerdo salarial. La pretensión inicial de los trabajadores era una suba del 50 por ciento, lejano a los 100 pesos conseguidos. Sin embargo, en el ámbito gremial consideraban que el paquete total, incluyendo la antigüedad y las horas nocturnas, era una mejora “más que valorable”.