Jue 16.12.2004

EL PAíS

“En Argentina persiste la situación de emergencia”

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dio un reportaje al diario español El País que saldrá publicado en su edición de hoy. Deuda externa, China y superpoderes en versión madrileña.

Por Fernando Gualdoni *

El cargo de Alberto Fernández –45 años– tiene rango ministerial. Normalmente es un coordinador de las distintas carteras, pero en el caso de Fernández la definición se queda corta. Es el enlace porteño de un presidente, Néstor Kirchner, llegado de una provincia de muy al sur, como es Santa Cruz, a una capital lejana, tanto en cuestión de kilómetros como de mañas. Fernández es el “operador” que conecta un grupo con grandes diferencias. Peronistas todos, pero de distinto pelaje. Dice que su visita de cinco días a Madrid, junto a la senadora Cristina Kirchner –esposa del Presidente–, es para informar al gobierno español y a los empresarios sobre la marcha de la economía y los planes de futuro. Niega haber venido a pedir fondos o ayuda para negociar con el FMI.
–¿La Argentina finalmente abordará el pago de su deuda el 17 de enero?
–Hay que tener en cuenta que el proceso de regularización de la deuda, en este caso a través de un canje de títulos viejos por nuevos, es inédito. Son más de 120.000 millones de dólares, 152 diferentes tipos de títulos que están en el mercado y que están sometidos a ocho jurisdicciones nacionales distintas. Es normal que una operación como ésta sufra marchas y contramarchas. Tenemos la decisión de empezar el canje el 17 de enero. Y si no arrancó el 29 de noviembre no fue por voluntad de la Argentina.
–¿La oferta ya tiene el visto bueno de los acreedores?
–Las condiciones están definidas y bien explicadas y no tenemos previsto cambiarlas. La oferta es lo que la Argentina razonablemente puede cumplir. En los últimos 15 años, la Argentina ha vivido un emborrachamiento de deuda. Primero producto de políticas irresponsables que contrajeron la deuda, seguidas de otras que prorrogaron los compromisos de pago. Hoy intentamos salir de esta espiral de deuda. No queremos postergar el problema para que otros se hagan cargo. Los acreedores tendrán que elegir entre un título que va a pagarse y otro que no se ha cumplido ni se va a poder cumplir. Tengo la certeza de que responderán favorablemente al canje porque ven que este Ejecutivo actúa de buena fe.
–¿Y respecto de la deuda con organismos internacionales, como la del FMI, qué harán? ¿Han venido a España a buscar apoyo para negociar?
–No hemos venido a pedir al gobierno español que intervenga en favor de la Argentina ante el FMI. Nuestra relación con el Fondo ha madurado mucho y es ahora muy correcta. Estamos cumpliendo nuestras obligaciones. Sabemos que debemos hacer frente a los pagos con estos organismos de crédito por la sencilla razón de que esas deudas nos hacen más dependientes. Cuanto más debamos, más derecho tendrán los acreedores a intervenir en nuestras decisiones. Ya hemos rebajado nuestra deuda con los organismos en 5000 millones de dólares y aun así hemos podido crecer un 10 por ciento en 2003 y un 8 por ciento este año; y aumentar las reservas del Banco Central, que hoy llegan a 19.500 millones de dólares.
–¿Cuál es, entonces, el motivo de su visita a España?
–Porque es un país clave para la Argentina. Siempre ha estado en los momentos difíciles. Tenemos la necesidad de dialogar permanentemente con el gobierno español, con el rey y con los empresarios. Hemos venido a contarles cómo estamos y qué planes tenemos.
–El desembarco chino en América latina, en especial en la Argentina y Brasil, ha sido muy seguido en España. ¿China está llamada a ser el nuevo socio de la región? ¿Qué supone esto?
–A China la hemos reconocido como economía de mercado. Esto supone, únicamente, reconocer como válidos los costes de producción de este país, es decir, que no son desleales desde un punto de vista de la competencia. Esto no quiere decir que hemos perdido los instrumentos para protegernos. La globalización nunca ha forzado a un país a actuar como un tonto. El mejor ejemplo es el de la UE, que pese a la globalización nunca ha dejado de defender su sector agrícola y su industria alimentaria.
–¿Es cierto que en la negociación con China no participó ni el ministro de Exteriores ni el de Economía, por la rivalidad que hay en el Gobierno?
–No hay fisuras en el Ejecutivo. Negocié con el ministro de Exteriores chino, Li Zhaoxing, con Bielsa a mi derecha y en contacto permanente con Lavagna. De hecho, la propuesta que hice a China la acordé primero con Economía. En la Argentina, la falta de noticias a veces promueve la inventiva de los periodistas.
–Dado los progresos que usted señala de la Argentina ¿por qué el Ejecutivo aún necesita de los decretos de necesidad y urgencia para gobernar?
–La situación de emergencia económica persiste en la Argentina. Con un 38 por ciento de pobres y un 13,2 por ciento de desempleados. ¿La emergencia terminó? No parece. Yo no tengo “superpoderes” gracias a estos decretos, como dicen algunos. Sólo puedo disponer de partidas del Presupuesto para destinarlas allí donde hagan más falta y una vez al mes me presento ante el Congreso a rendir cuentas de mis actos.

* De El País de Madrid. Espe-cial para Página/12

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