La DAIA defendió ayer los “excelentes lazos” que tiene la comunidad judía en el país con la Iglesia Católica. Lo hizo con el objetivo de refutar al artista plástico León Ferrari, quien fue atacado por los sectores más reaccionarios de la curia, que pidieron el cierre de su exposición en el Centro Cultural Recoleta. Ferrari había asegurado en una entrevista que la Iglesia “sigue haciendo antisemitismo”.
El silencio guardado el miércoles por la Comisión Permanente del Episcopado, que decidió cerrar sus deliberaciones sin pronunciarse sobre asuntos coyunturales ni respaldar la carta de repudio a la muestra firmada por el cardenal Jorge Bergoglio, parecía augurar un cercano fin al conflicto. Sin embargo, la muestra del Centro Cultural Recoleta, ya vista por 24 mil personas, continúa generando polémica.
“Me extraña en los judíos, que no sepan que la Iglesia sigue haciendo antisemitismo”, aseguró el artista en una entrevista, expresando su asombro sobre la solidaridad que dieron distintos sectores religiosos a los grupos católicos que repudian la obra y organizaron una campaña para censurarla. “En su liturgia dispone que se lean y comenten en Pascua cinco versículos de San Pedro contra los judíos como autores de la muerte de Cristo”, agregó Ferrari.
La DAIA rechazó la opinión del artista. “La generalización nunca es buena, por el contrario, pone de manifiesto el prejuicio y el sentir discriminatorio”, resaltó en un comunicado. El documento además reivindicó “la seria tarea que se lleva a cabo por parte de dignatarios católicos para superar tristes episodios del pasado”. De esta forma, una nueva polémica se sumó al conflicto que no sólo cosechó reclamos y rezos por parte de varias agrupaciones católicas sino que también generó demandas exigiendo el cierre de la retrospectiva, una campaña para que cinco empresas se negaran a continuar apoyándola y el interés de más de veinte mil personas por verla.