@Como Carlos Ruckauf y sus zapatillas firmadas o Carlos Juárez, que repartía ladrillos autografiados a los pobres de Santiago del Estero, Cecilia Bolocco envió a los huérfanos de Rosario sobres de azúcar con la leyenda “Menem Vuelve”. La donación llegó ayer al Hogar rosarino metida en cuatro cajas de cartón. Pasada la primera impresión, la directora agradeció el regalo y dijo que lo van a aprovechar después de vaciar el contenido de los saquitos en azucareras “porque hacer otra cosa no sería correcto”.
En el Hogar de Huérfanos de Rosario viven 170 chicos, a quienes se les da de comer a base de donaciones, según explicó a Página/12 la presidenta de la entidad Laura Weskamp. Bolocco los visitó en noviembre durante una gira por la ciudad que fue ampliamente publicitada. La animadora fue sola porque Carlos Menem todavía cumplía arresto domiciliario en la quinta de Gostanián y una vez en la institución preguntó de qué manera podrían ellos ayudar a los niños. Le pasaron una lista con “todo tipo de alimentos, artículos de tocador y electrodomésticos para una cocina nueva, además de ventiladores”.
La semana pasada, finalmente, una secretaria de la Bolocco que se dio a conocer como Jaquelin telefoneó al hogar para anunciar que un camión iba en camino, aunque de lo prometido –ropas, frazadas, leche, muebles y hasta un freezer– sólo se recibieron 12 cajas: 4 con café, 4 con mate en saquitos y otras 4 de azúcar con la inesperada promoción política. Las cajas, en su parte exterior, estaba también rotuladas con el mismo anuncio “Menem Vuelve”.
“Cuando Cecilia Bolocco vino a vernos nos sorprendió que alguien de su importancia pensara en nosotros”, repasó ayer Laura Weskamp, “pero de todas maneras estamos acostumbrados a que la gente se acerque porque ésta es una institución con 132 años de trayectoria y en general nos tienen muy en cuenta. Como procuramos ser lo más transparentes posible, le abrimos la puerta a quien venga para que recorra y vea”.
La directora aclaró sin embargo que “es la primera vez” que reciben alimentos identificados con el nombre de un político. “Eso sólo nos había pasado en alguna oportunidad con unas reglas para la escuela que tenían el logo de un partido, porque se ve que les habían sobrado de alguna campaña electoral. Por supuesto que nosotros agradecemos siempre todas las donaciones porque subsistimos gracias a ellas, pero nuestro criterio es que cuando nos llegan estas cosas intentamos no repartirlas a los chicos, porque el Hogar jamás levantó banderas políticas y entendemos que el trabajo que hacemos es una causa compartida por toda la sociedad”.