Uno de los testigos en la causa judicial que investiga la desaparición de Iván Torres, el joven que tras estar detenido en una comisaría de Comodoro Rivadavia desapareció en octubre de 2003, fue asesinado. Se trata de David Allen, que estaba preso y cuyo testimonio había sido considerado fundamental para la causa. Mientras fuentes policiales sostuvieron que el muchacho fue asesinado por otros internos durante una pelea, la madre de Torres, María Millacura, resaltó las sospechosas condiciones en que se produjo la muerte. Según la mujer, Allen le había entregado días atrás una carta en la que señalaba los nombres de los policías presuntamente involucrados en la desaparición de su hijo y pedía protección ante las amenazas de muerte que había recibido. Apoyada en estos antecedentes, Millacura entregó la carta a la justicia y pidió que se investigue si la muerte de Allen está relacionada con su colaboración en la causa. Si bien durante la investigación, abierta ya desde hace un año y medio, varios testigos identificaron a los policías que estarían involucrados en la desaparición de Torres, aún nadie ha sido detenido. Según varios de los testimonios, el 2 de octubre de 2003 un patrullero detuvo, aparentemente sin motivos, a Torres en la entrada de una heladería. El joven fue alojado en la comisaría y allí, según lo relatado por el propio Allen, fue golpeado por varios efectivos, quienes dos días después se lo llevaron y desde entonces nunca más fue visto. Mientras fuentes judiciales informaron que se habría pedido juicio político al magistrado a cargo de la causa, Oscar Herrera, por irregularidades en la investigación, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le pidió al gobierno argentino un informe sobre la desaparición de Torres. El pedido nunca fue respondido.