Argentina mantuvo históricamente índices de analfabetismo inferiores a los del resto de Latinoamérica y, pese a las distintas crisis que atravesó el sistema educativo, esa tendencia se mantuvo e incluso mejoró en los últimos años: el porcentaje de analfabetos a nivel nacional es del 2,6 –contra el 3,7 de 1991–, mientras que la tasa media de la región es del 5,9 por ciento. Pero según un estudio de la consultora Equis, este avance en términos absolutos oculta un mapa de contrastes que queda a la vista si los datos se desagregan a nivel interno. Como ejemplo: mientras en la ciudad de Buenos Aires esta tasa es del 0,5 por ciento –inferior a la de España–, en el Chaco llega al 8 por ciento.
El trabajo de la consultora que dirige el sociólogo Artemio López se basa en los datos del último censo nacional, según el cual existen 767.027 habitantes de 10 años o más (371.852 hombres y 395.175 mujeres) que son analfabetos, lo que representa el 2,6 por ciento de la población. “En un primer análisis comparativo –señala el estudio– la situación relativa mejoró respecto de 1991, cuando los analfabetos eran el 3,7 por ciento”. Esto significa que la Argentina está un 57 por ciento debajo de la tasa media de analfabetismo del continente latinoamericano.
Sin embargo, según explicó López a Página/12, esta evolución descendente de los índices de analfabetismo a nivel nacional esconde al mismo tiempo contrastes entre las distintas regiones de la Argentina, que no se dan en ningún otro país de Latinoamérica. “Si se desagrega la tasa media de analfabetismo por provincia se observará la distribución asimétrica de esta problemática”, aseguró.
Mientras que los niveles que se registran en la ciudad de Buenos Aires son comparables a los de los países europeos más desarrollados, el nordeste argentino (NEA) y Santiago del Estero “se han consolidado como un verdadero enclave del analfabetismo, que atraviesa una situación de alta postergación”.
En la zona comprendida por el NEA y Santiago, donde residen cerca de 4,2 millones de habitantes –el 9 por ciento de la población del país–, viven el 30 por ciento de los 767 mil analfabetos censados.
En el Chaco, el índice de analfabetismo es del 8 por ciento; en Corrientes, del 6,5 por ciento, en Misiones, del 6,2 por ciento, y en Formosa y Santiago del Estero, del 6 por ciento. “Esto significa que en el Chaco el analfabetismo absoluto supera en un 35 por ciento a la tasa media latinoamericana y en un 107 por ciento a la media de la Argentina, mostrando claramente las asimetrías que se presentan en esta región”, señala el trabajo.
Estos indicadores sirven para comprender otras problemáticas que afectan a la región. En la provincia más afectada, Chaco, se da al mismo tiempo la tasa de maternidad de niñas y adolescentes más alta del país, que llega al 25 por ciento. “La variable que explica esa situación es la falta de escolarización”, aseguró López.
“Estos índices de analfabetismo –dijo– marcan contrastes mayores que los que se desprenden de otro indicador como la pobreza. Porque en el Gran Buenos Aires la pobreza afecta al 40 por ciento de la población y en el NEA, al 60 por ciento. Pero la tasa de analfabetismo en Gran Buenos Aires es del 1,6 por ciento en promedio, y en la región noreste es cuatro veces mayor”.
La principal causa de analfabetismo es el abandono escolar. En ese sentido, López destacó que –pese a todos sus defectos en los contenidos o en las metodologías– el trabajo indica que la reforma educativa que se llevó adelante en la provincia de Buenos Aires durante la década del ‘90 logró mejorar la permanencia de los chicos en la escuela. Esto explica sus bajos índices de analfabetismo.
Además de Buenos Aires y de la Capital Federal, las provincias con menores índices de analfabetismo son Tierra del Fuego (que incluye a la región antártica), 0,7; Santa Cruz, 1,4 por ciento; Córdoba, 2,1, y Santa Fe y La Rioja, 2,5 por ciento. “Está claro –aseguró López– que desde la década del 70 en la Argentina se dio un proceso de fragmentación que afectó, entre otras cosas, a la escolarización. Pero lo novedoso es este grado de contrastes que no se observa en otros países: Argentina presenta las mayores desigualdades en el continente más desigual del planeta.”