El gobierno argentino emitirá hoy una señal de apoyo explícito a la socialista Michelle Bachelet como candidata presidencial de Chile, a través de la presencia del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, en el lanzamiento de su postulación. Ex ministra de Defensa, Bachelet deberá enfrentar a la candidata de la Democracia Cristina en las internas de la Concertación y, si se impone, al derechista Joaquín Lavin. Hasta ahora las encuestas la señalan como la mejor posicionada.
Tomada viajará junto al subsecretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería, Marcelo Fuentes, para el congreso del Partido Socialista, que empieza hoy y concluye el próximo domingo. En el encuentro, además del lanzamiento de la postulación, se definirán los lineamientos centrales del próximo gobierno de la Concertación y concretará un homenaje al presidente Ricardo Lagos.
Además, Tomada aprovechará su estadía en Santiago para reunirse con su par chileno, Ricardo Solari Saavedra, y con Eduardo Bonomi, futuro canciller de Uruguay en el gabinete de Tabaré Vázquez.
Pero lo central es la presencia de dos importantes funcionarios argentinos en el acto en el que el Socialismo lanzará a Bachelet, que primero deberá enfrentar a la postulante de la Democracia Cristiana –todo indica que será la ex canciller Soledad Alvear– para definir quién se convertirá en candidata de la Concertación. Aunque aún no hay una fecha definida, todo indica que las internas se realizarán en diciembre.
La ganadora deberá competir con el postulante de la Alianza Popular, la coalición de derecha heredera del pinochetismo, que postula al dirigente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el actual alcalde de Santiago, Joaquín Lavín.
Con el gesto, Kirchner emite una señal clara de respaldo a la candidata socialista para suceder a Lagos, también socialista, con quien ha construido una buena relación a pesar de las dificultades generadas por la crisis energética. Por otro lado, el gobierno repite la estrategia adoptada para las elecciones presidenciales uruguayas, en las que apoyó abiertamente a Tabaré Vázquez.
Hasta ahora, las encuestas ubican a Bachelet como la dirigente mejor posicionada para las presidenciales del 2006: el Centro de Estudios Públicos le otorga un 36 por ciento de intención de voto, superando por más de diez puntos al resto de los postulantes.