Cuando hoy emprenda su regreso en avión a Santiago del Estero, José Figueroa se habrá llevado un sabor agridulce de Buenos Aires: le abrieron las puertas de la Casa Rosada pero no pudo tener en la mano la ansiada foto con el Presidente, que aseguró sacarse. El candidato justicialista a la gobernación santiagueña, en las elecciones del próximo 27 de febrero, igual agradeció a Néstor Kirchner el “acierto político e institucional” de disponer la intervención federal en esa provincia, que calificó como “exitosa”, y dijo que “sorprenderá al país” por el “gran porcentaje de votos” que lo convertirá en gobernador. La justicia electoral inhibió ayer la candidatura del menemista José María Cantos que amenazó ir por fuera del PJ tras pegar el portazo denunciando fraude en la interna partidaria.
“Nos comprometimos a trabajar fervientemente para que el 27 de febrero el peronismo de Santiago del Estero triunfe en las elecciones”, dijo Pepe Figueroa al salir ayer de la Casa Rosada en donde se reunió con el Presidente y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. El candidato a gobernador del PJ también fue el encargado de trasmitir a los periodistas las palabras de Kirchner: “El Presidente manifestó su satisfacción por el resultado electoral y nos expresó su compromiso de acompañarnos”.
Exultante, el candidato aseguró que se convertirá “en el ganador que obtendrá un gran porcentaje de votos que sorprenderá a la comunidad política y social del país”. Pero luego sacó a relucir los argumentos que respaldaban el optimismo que expresó en la casa de gobierno: “La imagen de aceptación en Santiago del Estero de (Néstor) Kirchner es del 76 por ciento y su apoyo ayudará mucho en el categórico triunfo que tendremos”.
Otra noticia potenció el buen humor de Figueroa. La Cámara electoral de la provincia, en fallo dividido, inhabilitó la candidatura del menemista José Cantos que armaba contra reloj su propio partido para que llevara su nombre en la boleta para gobernador. El frustrado candidato perdió por escaso margen la interna del PJ frente a Figueroa el pasado 9 de enero, pero le adjudicó su derrota a un supuesto fraude cometido por el vencedor.
Aunque no ocultó su beneplácito por la resolución judicial, Figueroa explicó a Página/12 los motivos por los que Cantos no era una de sus preocupaciones. “Su lista (de Cantos) sacó minoría, con lo cual sus candidatos a diputados están intercalados en la boleta del justicialismo y ya nos dijeron, como muchos otros importantes dirigentes, que trabajaremos juntos en la campaña”, aseguró Figueroa para luego afirmar que “tampoco guardo rencor con el juarismo”, con el que tuvo duros enfrentamientos y que por orden del propio caudillo caído en desgracia, Carlos Juárez, decidió “no sacar los pies del plato” y respaldar la lista oficial del PJ.
Figueroa apeló a las estadísticas para demostrar que tampoco teme a los radicales, que encabezan las encuestas. “Las cifras son de tres meses atrás cuando el PJ todavía no tenía candidato –insistió Figueroa–. Además, aun en épocas de (Raúl) Alfonsín y de la Alianza y manejando las intendencias de Santiago (Capital) y La Banda, nunca pudieron ganar la gobernación.”
Su pasado menemista es tal vez su carga mas pesada, aunque Figueroa no reniega de él: “(Carlos) Menem es un compañero y un amigo, pero ahora estamos en una situación diferente”, le dijo el candidato a este diario. Quizá por ese mismo motivo, la foto de Figueroa con Kirchner por ahora no salió de la Casa Rosada.