EL PAíS
Con los Sin Tierra, hablando de amor y de pasar a la acción
En la fazenda Los Patos, el venezolano tomó la pala y habló de reforma agraria, de “locos” y de las tareas que quiere para la unidad latinoamericana.
Por E. T.
Desde Porto Alegre
“Querido Chávez”, comenzó Joao Pedro Stedile, el líder del Movimiento de los Sin Tierra, cuando agradeció la presencia del presidente venezolano en Los Patos, una hacienda de 200 hectáreas recuperada en el año ’95 y en el que viven y trabajan 35 familias. “¿Alguna vez un hombre ya te ha dicho querido?”, le preguntó sorprendido por la palabra que había empleado y de paso mostrando su manejo frente al auditorio. El mimo fue uno de los tantos que el venezolano tuvo durante toda su visita a la fazenda. Emocionado y cómodo frente a los campesinos, Chávez comparó estas experiencias con las que vive en Venezuela. Repasó la historia de Latinoamérica y la de sus principales líderes emancipadores para concluir que hoy “América latina se une o se hunde”.
El sol pegaba duro. La tierra y la arenilla que forma la playa de la laguna eran el puente ideal para que Stedile le entregara a Chávez algunos de los productos que producen los Sin Tierra y que repasara la forma de cultivo y el papel de la lucha por las semillas. “Detrás de los transgénicos no sólo hay un tema de salud. También están los intereses de 10 transnacionales que quieren acaparar la producción de la tierra”, dijo para luego nombrarlas una a una, empezando por Cargill.
En el escenario estaban los principales dirigentes de Vía Campesina, el ministro de Desarrollo Agrario, Miguel Rossetto, que se encargó de destacar el saludo del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, Adeila Guevara, la mayor de las hijas del guerrillero Ernesto “Che” Guevara, Hebe de Bonafini, Ignacio Ramonet de Le Monde Diplomatique. Atentamente lo escuchaban los militantes de Vía Campesina.
Chávez comenzó hablando del Foro Social Mundial. Luego de definirlo como “el evento político más importante del mundo”, dijo que era necesario pasar a otra etapa. “Estamos al inicio de una nueva etapa, en los próximos cinco años debemos fijar una agenda social mundial y agregarle una estrategia social pero también de poder: así será poder contra poder, nuestro proyecto de vida contra su proyecto de muerte”, diferenció. “Esa gente camina duro”, comentó cuando ingresó una columna del movimiento Barrios de Pie luchando contra el viento para poder mantener en alto una enorme bandera. Los argentinos entraron cantando y, acostumbrado a dialogar con su público, el venezolano se detuvo en el encuentro con otro compatriota de los piqueteros para insistir en la unidad y en pasar a los hechos.
“Esta mañana en el aeropuerto, un argentino me dijo ‘soy peronista’ y le respondí que yo también y que también era guevarista, fidelista y sobre todo martiano y bolivariano y que estaba leyendo un libro que (Juan Domingo) Perón escribió en el exilio: La hora de los pueblos”, comentó. La mención destacaba, al igual que lo haría cuando habló del Foro Social, la importancia de pasar a la acción. Lo hizo luego de citar a Martí y decir que había dos tipos de locos: “Los que se pasan la vida escribiendo y los que se pasan la vida peleando”. Destacó que los momentos de la escritura habían sido muchos e importantes en el Foro pero puso el acento en la situación de Latinoamérica. “Esa hora de los pueblos en los años ’60 no condujo a la victoria de los pueblos porque, salvo Cuba, nunca hubo una victoria del pueblo en América latina”, concluyó.