EL PAíS
Una testigo declaró que hubo coimas a la policía
La ex empleada de Cromañón se presentó ante la jueza. Dijo que era habitual que un patrullero de la 7ª pasara a buscar plata al local. En Interior dicen que no habrá protecciones.
› Por Adriana Meyer
Una testigo declaró que los hermanos Chabán pagaban coimas a policías. Lo hizo bajo identidad reservada en la causa en la que se investiga la tragedia del incendio en el local República Cromañón. La mujer, una ex empleada del boliche, aseguró que “era una práctica común que un patrullero de la comisaría 7ª pasara varias veces por noche, y la suma variaba según la cantidad de gente que había”, según relató a Página/12 su abogado, Sergio Schoklender. Hace 15 días, este diario publicó un manuscrito que avala esos dichos. La empleada acudió a la Asociación Madres de Plaza de Mayo para pedir ayuda, porque quería declarar pero estaba asustada por las consecuencias que esto podía ocasionarle dado que fue amenazada.
Esa entidad se pronunció en términos generales respecto del accionar de la policía con los locales nocturnos. “Las Madres saben que es una práctica habitual la recaudación policial a cambio de tolerar el exceso de personas que ingresan a los boliches y la circulación de droga, es con lo que hacen caja”, expresó Schoklender. Y agregó: “Desde esta asociación exhortamos a los querellantes a que apunten a la responsabilidad de la policía en este hecho, además de los que ya están siendo acusados”.
En el Ministerio del Interior, de donde depende la Policía Federal, afirmaron que “si alguno de la fuerza se salió de la ley que pague las consecuencias”, y enfatizaron que desde el Gobierno “no habrá protección para ningún mafioso”, según expresó a este diario una fuente de la cartera política.
La testigo sobrevivió al incendio pero está bajo tratamiento porque padece aún el impacto emocional y psicológico de semejante masacre. Se acercó a las Madres porque mantiene “una relación cercana” con la entidad. Acompañada por Schoklender, se presentó la semana pasada en el juzgado de María Angélica Crotto, en el tercer piso de Tribunales, y la magistrada la citó para ayer. La mujer pidió reserva de su identidad, pero por ahora sólo quedó protegida por el secreto del sumario porque Crotto no se pronunció específicamente sobre esta solicitud. Schoklender afirmó que la mujer solicitó a la jueza la posibilidad de ser “incluida en el programa de testigo protegido”, aunque fuentes judiciales explicaron que generalmente “ese tipo de sistema no es utilizado en el fuero ordinario, sino únicamente en causas federales, como por ejemplo narcotráfico o secuestros”.
Según el nuevo testimonio, la noche del 30 de diciembre había 6 mil personas en el local, y el cálculo surge de las entradas vendidas, tanto anticipadas como las que se emitieron en el lugar. En cuanto a las responsabilidades en el gerenciamiento de Cromañón, afirmó que están en igualdad de condiciones Omar y Yamil Chabán, junto al jefe de seguridad Raúl Villareal. Relató que la noche trágica, Yamil Chabán salió corriendo del lugar llevándose la recaudación, y que luego hizo lo mismo en el local Cemento.
Ella misma dijo haber visto una planilla de gastos, similar a la que publicó Página/12 el 15 de enero. Se trata de dos manuscritos que fueron encontrados dentro de las oficinas de Omar Chabán y están siendo analizados tanto por la jueza como por el fiscal Juan Manuel Sansone. En ellos se puntualiza una serie de entradas y salidas de dinero de tres noches con shows realizados el segundo fin de semana de diciembre de 2004. Debajo del detalle de un total de 14.348 pesos ingresados en conceptos de “gastos”, se enumera un listado con dos columnas de nombres y montos previstos a pagar: Sadaic, 250. Sadem, 100. “Poli”, 100. También se menciona: Seguridad, 480. Luces, 500. Sonido, 1100.
Respecto del pago a la “Poli”, una fuente vinculada con el área administrativa del boliche había reseñado a este diario que escuchó cuando Omar Chabán daba instrucciones a uno de sus socios “para que en la noche del 30 de diciembre se entregara unos 300 pesos a la policía más otros 200 porque la noche anterior ‘se habían portado bien’, cortando parte de una calle para que los pibes puedan andar tranquilos”.
La testigo que declaró ayer ante Crotto explicó lo mismo: desde que ella trabajaba en Cromañón se pagaba dinero adicional cuando la comisaría cortaba la calle porque había demasiada gente adentro del local. Según ya publicó este diario, también hay un testigo que habría visto cómo Chabán entregaba dinero en mano a un oficial de la comisaría 7ª, cuyo titular es el comisario Gabriel Ismael Seval, que solía patrullar la zona.
La mujer también dio detalles del mecanismo de venta de entradas y también aseguró haber sido testigo de los otros incendios ocurridos en Cromañón, uno de ellos el 25 de diciembre cuando tocaba la banda “La 25”.
Fuentes de la investigación aseguraron que la testigo complicó la situación del empresario detenido, pero comprometió aún más a su hermano Yamil.