Darío Alessandro obtendrá hoy el respaldo del Senado como nuevo embajador en Cuba. Su pliego, uno de los pocos temas que el Ejecutivo incluyó en el temario de convocatoria a sesiones extraordinarias en la Cámara alta, tendrá el respaldo unánime de casi todos los bloques. De esta manera, el gobierno intentará desandar el conflicto producido por el caso de la médica cubana Hilda Molina. Desencuentro que le costó el cargo al ex embajador en la isla, Raúl Taleb, y al ex jefe de Gabinete de la Cancillería, Eduardo Valdés.
“Nuestro objetivo es el reencuentro de las familias y estamos buscando la mejor alternativa para que se produzca en Cuba o en otro país”, dijo Alessandro ayer cuando se presentó ante los senadores que integran la Comisión de Acuerdos del cuerpo. El futuro embajador no dio por descartada la posibilidad de que el encuentro entre la médica y su hijo Roberto Quiñones, casado con una argentina y residente en el país, se realice en la Argentina. El riojano Eduardo Menem quiso saber si a Alessandro no le parecía un menoscabo que la reunión de la médica con su hijo se pudiera realizar en un tercer país. “Lo principal es lograr reunir a la familia”, respondió el ex diputado frepasista. Alessandro defendió el voto de abstención que Argentina viene realizando cada vez que el tema de Cuba es tratado por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. “El tema está politizado”, concluyó. El actual secretario de Políticas Latinoamericanas de la Cancillería también se mostró partidario de mantener estrechas relaciones con la isla, las mismas que con otros países de América latina. No dudó en sostener que el bloqueo económico y el aislamiento no se mostraron como buenas políticas. “Tenemos como objetivo la plena inserción de Cuba en los organismos multilaterales”, dijo Alessandro. En esa línea, la semana pasada la Unión Europea restableció sus relaciones con el gobierno cubano.
Rafael Romá y Ernesto López también esperan el acuerdo del Senado para convertirse en embajadores. En el caso de Romá como embajador en Paraguay y en el de López, como embajador en Haití. En cualquiera de los tres casos para que el tema pueda comenzar a debatirse necesita el respaldo de los dos tercios del cuerpo ya que reglamentariamente no pasaron los siete días establecidos. Los radicales adelantaron que aceptarán dar los dos tercios y luego votar la nominación de Alessandro. Sobre los otros dos pliegos la definición la tomarían a primera hora de hoy.
Junto con las tres designaciones de embajadores, el Senado dará su aval para el nombramiento del ex titular de la Oficina Anticorrupción, Daniel Morín, como futuro integrante de un tribunal oral penal en la Ciudad de Buenos Aires. Elisa Díaz de Vivar tendrá acuerdo para ocupar un lugar en la sala M de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, de la Capital.
La sesión comenzará cerca del mediodía. Antes del tratamiento de los pliegos, el Senado votará la autorización anual para que el Presidente pueda salir del país. El punto polémico será la aprobación del proyecto que lleva los impuestos internos al gasoil de 18,5 a 20,2. Para su tratamiento el oficialismo primero necesita el respaldo de los dos tercios de los presentes y luego el voto positivo de 37 senadores. Un importante senador del oficialismo calculaba que no les sería complicado llegar a esa cifra. Sus números decían que tendría el acompañamiento de 35 legisladores de su bloque y el voto de por lo menos cuatro senadores de bloques menores. Al cierre de esta edición, el bloque de la UCR no se había definido. Su principal duda estaba puesta en el posible encarecimiento de los precios del insumo en el mercado local y su futuro impacto en el agro. Los radicales se definirán momentos antes de la sesión parlamentaria. Será la primera sesión del año y del período extraordinario. El clima de vacaciones no hace pensar algunos cruces o mayores conflictos.