La violencia ganó la comuna de Lomas de Zamora, envuelta en una crisis política desde la reciente destitución del intendente Edgardo Di Dío: varias personas resultaron heridas ayer –dos de ellas con armas– como consecuencia de una pelea entre empleados municipales y un grupo de cesanteados que intentó ingresar a la intendencia y quemó basura en el hall de acceso. Los manifestantes reclamaban la reincorporación de los 1057 trabajadores que despidió Ciro Annichiaricco al asumir interinamente la jefatura comunal. Annichiaricco y Di Dío se responsabilizaron mutuamente por los desmanes.
El enfrentamiento entre los municipales y los cesanteados se produjo a media tarde, aunque el clima ya venía enrarecido desde temprano. Antes de que se desatara la pelea, Annichiaricco denunció que a las 8 de la mañana había encontrado “el frente pintado con material sintético en rojo y negro y volantes en los que me insultaban”. El intendente interino denunció el hecho ante el juez de garantías Eduardo Tubio y lo relacionó con su decisión de cesantear a 1057 municipales a los que consideró parte de la “planta política que no desarrollaba ningún tipo de funciones”.
“Son radicales y frepasistas a los que no se les renovarán los contratos porque implican un gasto inútil para la Municipalidad de más de un millón de pesos mensuales”, insistió Annichiaricco ante la protesta de más de 500 personas frente a la sede comunal para exigir la incorporación de los cesanteados. Hasta asumir como intendente interino, Annichiaricco ocupaba la presidencia del Concejo Deliberante. A ese cargo había accedido como primer candidato a concejal del Frepaso, aunque después se pasó al ARI. Sin embargo, ese partido lo excluyó de sus filas cuando se plegó al PJ para desplazar a Di Dío.
El intendente destituido aclaró que “la planta política es de sólo 50 personas”, pero explicó que cuando ingresó al municipio “ya había mil personas contratadas”. “Reconocimos que era un exceso pero como la situación del país era tan grave decidimos ver cómo hacíamos para no dejarlos sin trabajo”, agregó Di Dío, quien calificó como “falsas” las acusaciones por mal desempeño que pesan en su contra y anteayer recurrió a la Corte Suprema bonaerense para que lo restituyan en el cargo.
Lo concreto es que al margen de las palabras de uno y otro hubo al menos dos heridos con armas. Según Sonia Gilardi, del área de Prensa de la intendencia, se trata de Carlos Acevedo, de la Dirección personal del Departamento de Jubilaciones, quien –según dijo– recibió un tiro en una pierna, y de Angel Cabrera, de la Dirección de Archivo, herido de arma blanca en el tórax. Ambos quedaron internados en el Hospital Gandulfo.
De acuerdo con el relato de la misma funcionaria, todo comenzó cuando un grupo de cesanteados armado con palos y armas intentó entrar a la sede municipal y el personal de planta salió a resistir el ataque con palos y piedras y por lo que se inició una verdadera batalla campal. “Esta es la gran diferencia entre una gestión democrática y una gestión golpista”, declaró Di Dío después de repudiar “los hechos de violencia y la represión de los ilegítimos”.