“Analizamos todas las posibilidades, pero a Felipe (Solá) la que más lo seduce es confrontar los dos proyectos con la gente y en las elecciones del 23 de octubre”, confió a Página/12 uno de los hombres que el gobernador designó en el armado de su propia corriente partidaria para enfrentar al duhaldismo en territorio bonaerense. Cerca de Solá, cada vez más voces coinciden en que la ruptura ya es un hecho dentro del PJ provincial, que no participarán en la puja interna y que ni siquiera coincidirían en la lista de legisladores nacionales. Eduardo Duhalde le contestó desde Marruecos: afirmó que “en la provincia hay una falta de gestión visible”; que Solá “no está dispuesto a confrontar en una interna” y dejó entrever que la lista de candidatos a legisladores por Buenos Aires se decidirá en un encuentro que tendrá con el presidente Néstor Kirchner.
Antes de que el duhaldismo presentara con un acto –en el distrito de Tres de Febrero– su línea Lealtad, el felipismo ya había trazado su estrategia: no confrontar en la interna del PJ, a pesar de que todavía nadie haya oficializado públicamente la decisión. Para entonces, las huestes del gobernador debatían la alternativa: primero, poder incidir en el armado de la boleta de legisladores nacionales del PJ por la provincia y disputar el poder territorial con listas y candidatos propios en las elecciones generales de octubre; la segunda, adherir (como un lema) a una lista de legisladores nacionales que cuente con el aval de Néstor Kirchner y presentar batalla contra el duhaldimo en el resto de la provincia.
Ahora, los márgenes se estrecharon y las posturas se endurecieron. El sector más intransigente del felipismo afirma que trabajará para “afianzar la tropa propia” que les permita “consolidarse” en el interior provincial y “hacer un muy buen papel” en el conurbano. Pero ya descartan de plano compartir boletas con el duhaldismo, salvo una posibilidad: “Respaldaremos sólo la lista de senadores –aseguraron a este diario– si la candidata es Cristina” Fernández de Kirchner. Una cuestión que el propio gobernador empezó a evaluar con los sectores que quiere incorporar en un frente común: partidos vecinalistas, sectores sociales, kirchneristas transversales y “kirchneristas que aún están dentro del PJ”.
Desde la vereda de enfrente, fue el propio Duhalde quien salió al cruce de Solá. Desde Marruecos, a donde viajó por sus tareas en el Mercosur, el ex presidente dijo que recibió “quejas de todos los sectores de la provincia porque hay una falta de gestión. Ese es el problema: hay una falta de gestión visible”. Después hizo referencia a su poder territorial para criticar a Solá: “No quiere que yo participe ni dé consejos, pero si yo no hubiera hecho eso, Felipe no sería gobernador”, dijo Duhalde, para luego afirmar que “yo lo impuse como candidato en la provincia, les pedí a los dirigentes de mi sector que no se presentaran, que no iba a haber internas porque el candidato iba a ser Felipe”.
Duhalde también rechazó la posibilidad de que en la provincia de Buenos Aires se apliquen neolemas partidarios como en las últimas elecciones presidenciales, para responder a las opiniones vertidas por el gobernador: “Solá debe haber querido decir que su lista no se presentaría, que no está dispuesto a confrontar en una interna”. Después volvió a insistir en la importancia de su papel en la política nacional: “Yo inicié la segunda renovación del peronismo y por eso pensé en Kirchner y Solá”, afirmó Duhalde, que dejó entrever que la lista de candidatos a legisladores por la provincia se decidirá en un encuentro que él tendrá con el Presidente.