Sáb 26.03.2005

EL PAíS

Duhalde apoyó a Lavagna en su pelea con Moyano

El ex presidente respaldó al ministro ante las críticas del líder de la CGT por su resistencia a ajustar el salario de acuerdo con la inflación. La CTA se sumó a la discusión.

El ex presidente Eduardo Duhalde salió ayer a respaldar a Roberto Lavagna, que el día anterior había sido duramente criticado por Hugo Moyano a raíz de su resistencia a establecer un mecanismo de ajuste salarial atado a la inflación. “Hay que seguir trabajando con la prudencia con la que se está trabajando. No puede repartirse lo que no se produce”, señaló Duhalde. Mientras, las declaraciones de Moyano generaban reclamos similares de otros dirigentes, como Víctor De Gennaro y Luis D’Elía, que pidieron un aumento de salarios y sumaron sus cuestionamientos al ministro.
La polémica comenzó cuando el cosecretario de la CGT calificó a Lavagna de “soberbio” por su posición en el tema salarial. Durísimo, el líder de los camioneros comparó al ministro con Domingo Cavallo, lo acusó de querer mantener el salario “deprimido” e intentó meter una cuña en la relación entre Lavagna y Néstor Kirchner: “Me sorprende la diferencia que hay entre el ministro y el Presidente, que es quien tiene la decisión final”, afirmó el sindicalista.
Lavagna consiguió un respaldo político de peso ayer por la mañana, cuando Duhalde fue consultado en Radio Uno sobre el tema. “Hay que repartir la riqueza que se va produciendo. Es un proceso de relojería en el que el Gobierno tiene la intención de ir mejorando el ingreso de los trabajadores. El Gobierno no está del lado de los que no quieren que los trabajadores ganen bien, ni de los que no quieren que se reparta mejor la riqueza. Está permanentemente hablando de estos temas, buscándole la forma de poder ir llevando adelante este proceso, que llevará años”, señaló Duhalde. Y concluyó: “Es un tema que el Gobierno tiene que manejar con prudencia y con sensatez, pero como lo ha expresado el presidente Kirchner, tendiendo a mejorar la situación de los trabajadores. En todos estos meses ha habido aumentos salariales”.
En sus declaraciones, Lavagna no sólo había rechazado el ajuste vía inflación, sino que además había sugerido un mecanismo que atara el nivel de salarios a la productividad de las empresas. “No hay ningún caso en el mundo en el que la suba de salarios le gane a la suba de precios cuando hay un proceso inflacionario. La mejor manera de seguir recuperando la capacidad de compra es asegurar la estabilidad de los costos y los precios”, explicó el ministro.
Pero si Lavagna consiguió un respaldo importante en Duhalde, también generó críticas de otros dirigentes, que se sumaron a Moyano. El líder de la CTA, Víctor De Gennaro, lo cuestionó con dureza. “Lavagna favorece a los grandes grupos económicos y ataca a los trabajadores. El es el verdadero ministro de Trabajo”, acusó De Gennaro. Dijo que la inflación “tiene mucho que ver con los formadores de precios” y poco con los trabajadores y sus salarios. “No es un problema matemático, ni económico ni estructural, es un problema de negocios. Hay una decisión de favorecer a los grandes grupos y, en vez de poner la lupa sobre los 200 formadores de precios, se ataca a los trabajadores”, aseguró. Y agregó que, del 4 al 8 de abril, la CTA llevará adelante una serie de protestas en reclamo de aumentos salariales.
Las declaraciones de Lavagna y la reacción de Moyano produjeron el curioso efecto de nuclear en una misma posición a líderes gremiales y sociales, que muchas veces se ubican en lugares políticos diferentes. Además de De Gennaro, que dosifica sus declaraciones públicas y mantiene una relación cordial pero distante con el Gobierno, el abogado laboralista Héctor Recalde salió a respaldar los reclamos. “Las subas salariales por productividad implicarían resignar la discusión sobre el pasado, porque desde 2001 se registra una pérdida del poder adquisitivo de entre el 15 y el 30 por ciento. La cuestión salarial va más allá de la declaración de un ministro. En la medida en que estén rezagados los salarios, discutir por productividad significaría no discutir el pasado”, explicó Recalde.Como si fuera poco, el piquetero Luis D’Elía manifestó su apoyo a Moyano. “Coincido: tiene que haber un aumento de salarios”, aseguró el líder de la Federación Tierra y Vivienda. Al igual que el camionero, marcó diferencias entre Lavagna y Kirchner. “Nos llama la atención la postura de Lavagna, y también que se haya enojado por el boicot al aumento de precios de combustibles”, concluyó D’Elía.
Pero el ministro también sumó un apoyo piquetero. Juan Carlos Alde-rete, de la Corriente Clasista y Com-bativa, dijo que si bien Lavagna “no es que haya hecho cosas por los trabajadores, ha hecho bien los deberes y hace que no se escapen más los precios”.

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