EL PAíS
Juampi asumió como vicejefe del Gabinete bajo la mirada de Ibarra
Juan Pablo Cafiero sería el dirigente del Frepaso de más alto nivel en el Gobierno. Ibarra y el chachismo no estuvieron de acuerdo, pero tuvo el respaldo de Alessandro y siete diputados.
Ayer, con una breve ceremonia en Olivos, Juan Pablo Cafiero juró como vicejefe de Gabinete. Aunque en un principio iba a asumir en Desarrollo Social, el área finalmente quedó a cargo de Hilda “Chiche” Duhalde, por lo que Juampi tuvo que conformarse con un cargo de segunda línea, que lo convertirá en la módica pata frepasista de un gobierno hegemonizado por el PJ bonaerense.
Unos días atrás todo indicaba que Eduardo Duhalde propondría para Desarrollo Social a Cafiero, el único funcionario que ocupó el cargo durante la gestión de Fernando de la Rúa y que salió indemne. Sin embargo, hubo un cambio de planes de último momento y al final el Presidente terminó ofreciéndole convertirse en el segundo del chaqueño Jorge Capitanich.
La diferencia no es menor: Desarrollo Social es (o puede ser) una cartera vistosa, con autonomía y recursos, que podría permitirle diferenciarse positivamente del resto del gabinete, como hizo durante la gestión anterior. La Secretaría de Modernización del Estado (así se denomina la vicejefatura de Gabinete) es, en cambio, un cargo poco atractivo y con funciones difusas. Su historia tampoco ayuda: creada para implementar una reforma de la administración pública que nunca se concretó, terminó convirtiéndose en una especie de premio consuelo para frepasistas: allí fueron a parar Graciela Fernández Meijide y Marcos Makón luego de renunciar a Desarrollo Social.
Por estos motivos, buena parte del Frepaso se oponía a que recalara allí uno de los pocos dirigentes de primera línea que quedan en pie: al rechazo del sector que responde directamente a Carlos “Chacho” Alvarez y que lidera José Vitar se sumó el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra. “Esto no es un gobierno de unidad nacional sino una fachada. Nos estamos comprometiendo con una gestión en la que no tenemos nada que ver”, justificaba un dirigente frepasista. En medio de una interna cada vez más enmarañada, Cafiero obtuvo sólo el apoyo de Darío Alessandro y los siete diputados que le responden.
Pero decidió aceptar igual. Ayer Duhalde le tomó juramento, en una ceremonia de la que participó Ibarra. Aunque es consciente del rechazo que generó en su propio partido, Cafiero salió ayer a explicar su decisión sin medias tintas: dijo que el gobierno de Eduardo Duhalde expresa “un cambio largamente esperado por muchos argentinos” y que “había generado una larga expectativa porque se consideraba agotada la convertibilidad y había que buscar una salida”.
Cuando le preguntaron por qué aceptaba, el frepasista recordó que su partido había expresado formalmente el respaldo a la gestión de Duhalde. “Lo que pide el Presidente a sus funcionarios es el compromiso con el espíritu de un gobierno absolutamente compenetrado con la unidad nacional, y creo que se están dando pasos concretos en esa decisión. Todos los funcionarios tenemos que comprometernos a empujar en esa dirección, cada uno desde el lugar en que el Presidente nos convoque, manteniendo nuestro perfil partidario, pero aportando todo nuestro esfuerzo para agrandar las bases políticas del gobierno”, completó.
Más allá de los argumentos, es innegable que Cafiero asumirá en un cargo poco atractivo, que lo comprometerá con un gobierno que le es ajeno. Su decisión, además de rechazos, generó sospechas: algunos creen que se trata de una forma elegante de preparar su vuelta al PJ.
En cualquier caso, parece que no está solo. Adriana Puiggrós, secretaria de Ciencia y Técnica durante la gestión De la Rúa, está dispuesta a permanecer en su cargo. Es más: según se comentaba ayer en el Frepaso, Puiggrós se habría comunicado con Antonio Cafiero para pedirle que intercediera a su favor. También circuló una versión que indicaba que Ibarra y Duhalde habrían conversado del tema en una reunión que mantuvieron luego de la jura de Cafiero. Hubo un rumor, incluso, que la mencionaba como posible ministra de Educación, aunque lo más probable es que asuma la duhaldista Graciela Giannettasio. “Estoy dispuesta a ponerleel hombro a un gobierno de unidad nacional y a continuar en la secretaría”, dijo ayer Puiggrós.
En cuanto al resto del gabinete, ayer el menemista Daniel Scioli quedó ratificado como ministro de Turismo y Deportes, y se confirmó que el radical Horacio Jaunarena jurará la semana que viene como titular de Defensa.