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› KIRCHNER CONDONO UNA DEUDA A LA PETROLERA URUGUAYA
Una ayudita para el amigo
Kirchner y su par uruguayo, Tabaré Vázquez, se reunieron ayer en la Casa Rosada. Hablaron de la relación con Brasil, del Mercosur y sobre la controvertida papelera finlandesa.
Para Tabaré Vázquez fue de lo más productivo si se tiene en cuenta que se trató de una reunión no oficial. Es que, a los pocos minutos de iniciada las conversaciones, Néstor Kirchner le comunicó que el gobierno argentino le condonará a Uruguay una deuda por casi 80 millones de dólares que la petrolera Ancap tenía con la AFIP.
El anuncio lo dio a conocer el presidente uruguayo en la sala de conferencias de la Casa Rosada. La deuda condonada corresponde a la Administración Nacional de Combustibles Alcohol Portland (Ancap) y formó parte de los planteos que Vázquez le realizó a Kirchner incluso antes de haber asumido en marzo pasado. La controversia se dio porque la Ancap se desayunó con la deuda, perteneciente a la petrolera Sol, luego de hacerse cargo de esta compañía. Claro que el gesto de condonación tiene una importante carga política. Y así también se desprende del compromiso de Kirchner, reproducido por Vázquez, de hacer “todos los esfuerzos” para que Uruguay tenga la provisión adecuada de energía en los próximos meses.
Tabaré también dejó su visión sobre la pulseada entre la Argentina y Brasil. Negó que Kirchner le haya pedido mediar y relativizó el grado de conflictividad. “No hay que dramatizar. Las discusiones existen en las mejores familias. Lo importante es que haya una conversación franca, leal. Los problemas de la democracia se solucionan con más democracia.”
Vázquez aprovechó entonces para resaltar que su gobierno le dará “prioridad absoluta” al fortalecimiento del Mercosur y consideró que hay “condiciones políticas en la región muy auspiciosas” para avanzar en el “entendimiento” de ambos países. No fue una afirmación menor, ya que dejó en segundo plano al ALCA y la Comunidad Sudamericana. De hecho, esta última tendrá una cumbre el lunes en Brasilia y allí volverán a verse las caras, luego de los últimos tironeos, Kirchner y Lula.
Frente a una consulta sobre la posibilidad de que se produzca la apertura del tradicional secreto bancario de su país, Vázquez recordó que debe tener el impulso de la Justicia como punto de partida. De todos modos manifestó que su gestión está avanzando en el tema para que la sociedad uruguaya conozca a quienes son “deudores crónicos” y, con el paso del tiempo, lograr eludir responsabilidades “refugiándose en refinanciaciones”.
El tema ya había sido abordado en un almuerzo en el Hotel Sheraton con Carlos de la Vega (Cámara de Comercio), Alberto Alvarez Gaiani y José Funes de Rioja (UIA) y Norberto Peruzzotti (Adeba), entre otros empresarios.
En la reunión con Kirchner, Vázquez no estuvo solo: participaron el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el canciller Rafael Bielsa y los embajadores Francisco Bustillo, de Uruguay, y Hernán Patiño Mayer, de la Argentina. En el tramo final fue invitado el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, específicamente para abordar la situación de la papelera finlandesa que se instalará en Fray Bentos (ver aparte).
El buen clima reinante en el encuentro quedó evidenciado en la conferencia de prensa posterior donde, de tan relajados, Vázquez y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, incurrieron en varios bloopers que salvaron con buen humor. El presidente uruguayo, por ejemplo, se definió como un defensor “de la contaminación ambiental”. Fernández confundió el apellido del visitante y lo mencionó en más de una ocasión como “Tabaré Areas”, nombre de un periodista fallecido. A la confusión se sumó el locutor oficial, que mencionó al jefe de Gabinete como “presidente Fernández”.
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