EL PAíS
› EL CONGRESO DEL DUHALDISMO SE REUNIO EN EL MICROESTADIO DE LANUS
Con una amenaza y mucha cautela
Juntaron 524 congresales. Hubo apoyos al presidente Kirchner y a Duhalde, pero no se habló de candidaturas. En una advertencia a Solá y el kirchnerismo bonaerense, aprobaron sanciones a quienes vayan por afuera del PJ en las próximas elecciones.
› Por Miguel Jorquera
Hubo 524 congresales y ninguna resolución trascendente. Con el apoyo al presidente de la Nación, la reivindicación de Eduardo Duhalde, veladas amenazas al gobernador Felipe Solá y sin mención alguna a Hilda “Chiche” Duhalde y su candidatura a senadora transcurrió el congreso del PJ de la provincia de Buenos Aires convocado por el duhaldismo. A la espera de un acuerdo entre Néstor Kirchner y Duhalde por las candidaturas nacionales y provinciales, el congreso duhaldista hizo una demostración de fuerzas en su confrontación con el felipismo y aprobó una propuesta para sancionar a quienes vayan por afuera del PJ en la próxima elección, en advertencia al felipista/kirchnerista Frente para la Victoria, que podría llevar la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner como estandarte. Con todo, las omisiones y las ausencias fueron más marcadas que las definiciones a las que arribaron en Lanús.
La primera ovación se produjo apenas comenzado el Congreso, media hora antes del mediodía. Fue cuando el presidente del bloque de Diputados del PJ y presidente del PJ provincial, José María Díaz Bancalari, anunció que “524 congresales presentes verificados por la comisión de poderes y certificados por la Justicia Electoral” daban el quórum para sesionar. Un reducido grupo de congresales ensayó un cántico para burlarse del felipismo –que reunió a 387 congresales en su propio congreso realizado el jueves en La Plata–, pero la iniciativa no contagió a las raleadas tribunas del microestadio de Lanús, en el que no hubo bombos, banderas ni pancartas.
Arriba del prolijo escenario, la presidencia del congreso mostró un duhaldismo encolumnado tras su jefe y abroquelado en torno a sus figuras históricas. El titular de la Cámara de Diputados provincial, Osvaldo Mércuri, presidió el congreso secundado por la vicegobernadora Graciela Giannettasio, el propio Díaz Bancalari y el intendente de Hurlingham, Luis Acuña. También hubo lugar en la mesa de presidencia y como autoridades partidarias del congreso para el ex carapintada Aldo Rico, la senadora Mabel Müller y el flamante jefe de las resucitadas 62 Organizaciones, Gerónimo Venegas. Además de la invitación especial para el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, y el anfitrión, el veterano intendente de Lanús, Manuel Quindimil.
Después del Himno Nacional, la marcha peronista y un minuto de silencio para los “compañeros fallecidos en la lucha nacional y popular”, las “deliberaciones” tuvieron un rápido y expeditivo orden. Baldomero “Cacho” Alvarez, intendente de Avellaneda, propuso el primer punto del orden del día: una “amplia amnistía” para los justicialistas provinciales que fueron por fuera de la estructura partidaria en alguna de las tres listas con que el peronismo se presentó en la elección presidencial de 2003. Pero rápidamente propuso la “inmediata aplicación” de sanciones para quienes “incurran en inconductas partidarias”. Un mensaje con claros destinatarios: el gobernador Solá y sus aliados kirchneristas. Minutos antes, Díaz Bancalari había dicho en su discurso que “éste es el único congreso del Partido Justicialista” de la provincia, que “no es exclusivista ni sectario” y que “no se trata de ningún órgano inquisidor”. Después fue el turno del congresal Juan José Alvarez. El actual diputado nacional y ex funcionario de Duhalde, Adolfo Rodríguez Saá y Aníbal Ibarra, fue el encargado de exponer el segundo punto de importancia en el debate: la autorización para que el PJ provincial pueda “constituir alianzas electorales con otros partidos políticos” e “incorporar candidatos extrapartidarios en sus propias listas”. La resolución también fue aprobada por unanimidad.
Allí terminó el congreso partidario. Pero Díaz Bancalari también quiso dejar algunas cosas en claro: que el “partido político del distrito más importante del país, con un 1,6 millones de afiliados, apoya al Presidente de la Nación” y reivindicó a Duhalde como “el hombre que sacó al país delas llamas en el 2002”. También resaltó “la legitimidad de las autoridades partidarias surgidas de comicios internos en noviembre de 2004”, sobre las que “nadie cuestionó su representatividad”. Otro mensaje a Solá, al que nadie llamó por su nombre. A su turno, Mércuri tampoco se olvidó de Duhalde. El presidente del congreso se refirió al ex presidente como “el hombre que trajo de la mano” la candidatura presidencial de Kirchner. El final estuvo a cargo de Manolo Quindimil, quien le puso música a los oídos duhaldistas. El anciano dirigente de 81 años y 32 como intendente de Lanús dijo que “acá está el verdadero peronismo” entre menciones constantes a Juan y a Eva Perón. Después arrancó la segunda ovación de la jornada cuando se refirió al congreso felipista como el lugar “donde se mezclan tanto que no se sabe bien quién es uno y quién el otro” para rematar su oratoria asegurando que “hoy acá estamos los (peronistas) puros, con certificado de nacimiento”.
Nadie mencionó a Chiche Duhalde ni su candidatura a senadora, por la que muchos de los presentes ayer en Lanús ya armaron actos y pegaron afiches. Tampoco hubo referencias a Cristina Kirchner ni invocación a la reunión Kirchner-Duhalde que podría cerrar la disputa interna en la provincia. Las autoridades del congreso se retiraron rápidamente. En el gimnasio del club Lanús, varios congresales comentaban las ausencias –adelantadas por Página/12– de dos intendentes duhaldistas con puertas abiertas en la Rosada: Alberto Descalzo, de Ituzaingó, y Julio Pereyra, de Florencio Varela. Para muchos el congreso fue “prudente” porque no era “el ámbito ni el momento para definiciones”, aunque nadie esconde su inquina con Solá, a quien confían vencer en una interna cada vez menos probable.
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