Por Martín Piqué y Miguel Jorquera

El lugar ya está elegido. Falta confirmar el día, aunque esa discusión ya está avanzada. El lanzamiento de la candidatura de Cristina Kirchner se hará en José C. Paz, uno de los municipios más pobres del conurbano. El acto será en la calle. Hay dos fechas tentativas: el 20 de junio y el 1º de julio, la más probable. El anfitrión será Mario Ishii, a quien en el peronismo bonaerense todos conocen como El Japonés. La elección de escenario y fecha no será fortuita. Ishii forma parte de un grupo de intendentes del conurbano que se encolumnó detrás de la candidatura de la primera dama sin apoyar al gobernador Felipe Solá. Ese grupo está creciendo por la intervención personal del propio Néstor Kirchner.
El Presidente asumió como una tarea propia la ampliación del grupo de intendentes que apoyan a su esposa. Los primeros en pasarse fueron Alberto Balestrini (La Matanza), Julio Alak (La Plata) y otros cincuenta jefes comunales del interior, todos de fluida relación con Solá. Luego se sumaron otros, como Ishii y Raúl Othacehé (Merlo), aunque con la condición de que apoyarían a Kirchner y su esposa pero no al gobernador. A ese grupo es al que el Presidente quiere privilegiar porque lo considera esencial para torcer la mano de Eduardo Duhalde. Para obligarlo a acordar, Kirchner quiere sumar a todos los intendentes que pueda. Julio Pereyra (Florencio Varela) y Alberto Descalzo (Ituzaingó) ya iniciaron el éxodo. El primer gesto de ambos fue no participar del congreso duhaldista en Lanús.
La sorpresa más reciente es Andrés Arregui (Moreno), quien ayer estuvo en la Rosada para conversar con Kirchner. Hasta ahora, Arregui fue un delfín del hombre fuerte de Moreno, Mariano West, un ex funcionario de Solá que ahora es ultraduhaldista. Tras su sigilosa visita a la Rosada, Arregui se sumaría al grupo de Ishii y Othacehé. Su incorporación podría precipitarse si Solá asiste hoy a un acto que el Frente para la Victoria realizará en el club Los Indios de Moreno. Con estas incorporaciones el kirchnerismo asegura que podría alcanzar los 450 congresales necesarios para tomar decisiones en el congreso partidario. “Vamos a intervenir el consejo del partido, expresar la adhesión del PJ al Frente para la Victoria y proclamar la candidatura de Cristina”, anticipó ayer un intendente cercano a Solá en diálogo con Página/12.
Pero la amenaza es un elemento más de la negociación. La intención de Kirchner es conseguir un acuerdo porque piensa que para plebiscitar su gestión necesitará de todos. Este argumento quedó expuesto en la visita que el apoderado legal del Frente para la Victoria, Carlos Moreno, hizo el miércoles a La Plata. Incondicional de Kirchner, Moreno es subsecretario legal de la Secretaría Legal y Técnica. Anteayer se entrevistó con el juez electoral Manuel Blanco; luego se reunió con el bloque felipista en la Legislatura. Su raid terminó en la residencia de Osvaldo Mércuri en la capital provincial, donde conversó con un grupo de duhaldistas.
El discurso de Moreno no dejó dudas. Dijo que “la candidatura de Cristina es un hecho” y que la herramienta electoral sería el Frente para la Victoria. Ante el juez Blanco, se presentó como “el único apoderado” del sello electoral. “Dejó bien en claro que a la lista la va a armar Kirchner”, interpretó ante Página/12 un intendente que participó de las reuniones. La visita de Moreno generó un debate dentro del bloque duhaldista sobre el reparto de las candidaturas. Horas después, los hombres de Duhalde postergaron la discusión en la Legislatura de un tema urticante para Solá: la puesta en funcionamiento de la comisión que debe analizar si corresponde el juicio político por nombrar como ministro de Asuntos Agrarios a Raúl Rivara, cuyas empresas proveen al Estado provincial. El caso surgió a partir de una denuncia del ARI que fue apoyada por los duhaldistas.