En un escenario atípico, los políticos cordobeses se debaten entre la fidelidad partidaria y la dependencia financiera que mantienen con el gobierno nacional, dueño de la caja y principal actor en las legislativas de octubre. Atrapados por la falta de recursos, delasotistas, juecistas y hasta algunos radicales prefieren jugar a favor del presidente Kirchner en lugar de defender proyectos propios.
A pesar de esto, la contienda electoral servirá para medir la actualidad de cada partido y sus posibilidades de cara a las elecciones del 2007. A cinco meses de octubre y con el radical Oscar Aguad como el único candidato confirmado, tres encuestadores analizan para Página/12 las posibilidades de unos y otros.
“Las elecciones servirán no sólo para plebiscitar las gestiones, sino que serán un testeo de las posibilidades de unos y otros para el 2007”, sostiene Gustavo Córdoba, titular de Consultores en Políticas Públicas. Para él, “lo interesante será ver quién sale segundo, porque De la Sota va a ser el ganador, oscilando entre un 40 o 45 por ciento en toda la provincia. El que lo siga en cantidad de votos será el que esté en condiciones de disputarle el poder en las elecciones para gobernador”.
Para Roberto Schreiner, la situación no está tan definida: “Después de un año y medio de gestión, Juez mantiene una imagen positiva. Ahora, es cierto que le cuesta mucho hacer pie en el interior de la provincia, donde el poder sigue en manos del PJ y la UCR”. De todas maneras, “el juecismo tendría muchas chances si Héctor ‘Pichi’ Campana decidiera ser candidato, porque es una figura con una altísima intención de voto”, resalta.
En tanto, Luis D’Allaglio, titular de la consultora Delfos, coincide en que “hay dos escenarios bien distintos: el interior y la capital. El PJ y la UCR conservan su estructura en los municipios, pero ninguno se hace fuerte en la capital, que es el bastión del juecismo y que por peso específico puede traccionar al resto. Hoy, De la Sota tiene un 40 por ciento de intención de voto en la provincia; Juez, un piso del 30 por ciento en la capital y un 10 por ciento en el interior, y la UCR, que gobierna la mayoría de los municipios, tres de los más importantes, un 25 por ciento, que no es para despreciar y puede pelear el segundo puesto. El problema se presenta porque algunos de estos intendentes tienen una excelente relación con Kirchner y las elecciones les plantea una disyuntiva: o apuntalan su poder territorial con los fondos que gira la Nación o salen a pelear plantándose como el partido de la oposición”.
Después de que el vicegobernador Juan Schiaretti rechazara el pedido de De la Sota porque quiere ser gobernador en el 2007 y “estar en Buenos Aires le restaría tiempo para caminar la provincia”, el que aparece con mayores chances de encabezar la lista es Eduardo A-
ccastello, ministro de Gobierno de la provincia, que pelearía el primer lugar con el hombre que designe Kirchner, que podría ser Eduardo Di Cola, titular del Correo.
Lo mismo sucede con el Partido Nuevo que lidera Juez, que tendría en Héctor “Pichi” Campana, actual concejal, a su mejor figura, con una intención de voto del 60 por ciento. Pero el ídolo del básquetbol se niega porque aspira a suceder a Juez en la municipalidad.
En la UCR las cosas no están tranquilas, ya que algunos dirigentes del interior exigen lugares en la boleta, Aguad desea sumar extrapartidarios y viejos figurones de la capital no quieren quedarse fuera de escena. En este sentido, sonó con firmeza la versión de que podría haber una alianza con el socialismo, al estilo Santa Fe. “Si esto prospera, la fórmula podría ser Aguad-Sesma, hoy concejal de la ciudad y la mujer con mejor imagen en toda la provincia”, deslizó una fuente que maneja datos de varios candidatos.
A cinco meses de las elecciones y sin haberse lanzado todavía las campañas, los tres encuestadores coincidieron en una cosa: “Juez y De la Sota van a sumar para Kirchner, porque hoy los dos dependen de su bolsillo. El desafío para el gobernador es ganarle al intendente la capital, con quien perdió en forma catastrófica en 2003, y éste proyectarse en el interior”.