EL PAíS
› LOS CANDIDATOS QUE AUN NO SE LANZARON EN CAPITAL
Los dilemas de la izquierda
Las encuestas le anticipan una intención de voto del 15 por ciento, pero en la izquierda porteña todavía hay más dudas que certezas. Luis Zamora no resolvió si se presentará. Izquierda Unida y el Partido Obrero mantienen las negociaciones estancadas, por lo que cada uno llevaría sus candidatos.
› Por Miguel Jorquera
La elección porteña no será fácil para la izquierda. Aunque aún existen conversaciones con la posibilidad de sellar un acuerdo electoral, es muy probable que la mayoría de las expresiones políticas de este signo concurran a los comicios de octubre con boletas propias y no en alianzas con otras fuerzas. Algunas encuestas asignan una intención de votos –para todas ellas– de entre un 12 o 15 por ciento, pero en forma separada será “cuesta arriba” superar el piso electoral, que ronda los 100 mil votos, para alcanzar una banca de diputado o renovar las existentes, en un distrito que ha sido mucho más favorable que otros para su prédica.
Según la opinión del consultor Hugo Haime –publicada ayer por Página/12–, “la izquierda va a sacar algo así como el 12 o 15 por ciento de los votos” porteños. En primer lugar, con un 7 por ciento, se ubicaría Luis Zamora. Sin embargo, su partido, Autodeterminación y Libertad (AyL), atraviesa una profunda crisis que puso en discusión no sólo si Zamora irá por la renovación de su banca sino si AyL se presentará en las elecciones legislativas de octubre. Temas aún no resueltos.
La atomización del bloque de AyL en la Cámara de Diputados y en la Legislatura de la Ciudad hizo que sus militantes, incluido Zamora, piensen en la posibilidad de replantear su estructura como partido así como las condiciones que deberían reunir sus candidatos. En la Legislatura porteña, la mayoría de quienes se fueron de la bancada partidaria ahora comparten el Interbloque de Izquierda, pero entre los diputados nacionales que llegaron al Parlamento por AyL ni siquiera coinciden en un ámbito de discusión común. Entre ellos, unos cinco diputados, sólo dejarán su banca en diciembre Zamora y su ex compañero José Roselli.
Quizá la única excepción a la dispersión será Izquierda Unida (IU), que conservaría su actual estructura –la alianza entre el Partido Comunista (PC) y el Movimiento de los Trabajadores por el Socialismo (MST)–, que llevará como primera candidata porteña a Patricia Walsh, que intentará renovar su banca de diputada. Para Haime, IU rondaría un 4 por ciento de intención de votos, aunque todavía no ha largado su campaña en busca de ampliar el acuerdo a otras fuerzas de izquierda.
Las negociaciones de IU con el Partido Obrero (PO) entraron en un “cuarto intermedio” que hace tiempo no logran destrabar. Mucho más probable es que IU se amplíe con los integrantes de Coincidencia Popular, si el acuerdo incluye al territorio bonaerense. El PO también podría ir solo a las elecciones si tampoco arriba a un frente con otros partidos de origen trotskista, como el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) y el Movimiento al Socialismo (MAS), que insisten en lograr la coincidencia sin que aún hayan tenido un solo diálogo entre sus dirigentes pero sí un fuerte debate ideológico a través de cartas, afiches, volantes y las páginas de sus respectivas prensas partidarias.
Los socialistas también rondarían el 4 por ciento en la intención de voto de los porteños. Esta vez –“después de la terrible experiencia de Fuerza Porteña”, donde fueron aliados de Aníbal Ibarra–, el PS irá solo a las elecciones con Norberto La Porta como primer candidato a diputado. Los herederos de Palacios afirman que quieren “recuperar su identidad” mirándose en el espejo de Rosario, donde el PS va por su tercera intendencia consecutiva con distintos candidatos y que en octubre podría catapultarlo como primera fuerza en Santa Fe, en alianza con la UCR.
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