Dom 26.06.2005

EL PAíS  › KIRCHNER COMENZO A ARMAR LAS LISTAS BONAERENSES

Cansado de la extorsión

En la Casa Rosada creen que esa es la actitud que Duhalde adoptó al no declinar la candidatura de su mujer, para negociar las nóminas. Respecto de ellas, Alberto Fernández comenzó a confeccionarlas con Felipe Solá y varios intendentes para no quedar desguarnecidos el 30 de junio, cuando se cierra la inscripción de las listas. Los candidatos. Los plazos para acordar.

› Por Sergio Moreno

“Si Duhalde persiste en esta actitud extorsiva, lamentablemente no habrá acuerdo”, dice a Página/12, promediando el sábado, el negociador principal que tiene el presidente Néstor Kirchner en esta tensa partida que mantiene con el viejo caudillo bonaerense. Esta semana no sólo no hubieron tratativas de importancia, sino que las señales fueron de aprestos para el combate: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, comenzó a armar el jueves y el viernes las listas de candidatos provinciales para la 1ª y la 3ª sección electoral, juntamente con los intendentes de La Matanza, Alberto Balestrini, de Ituzaingó, Alberto Descalzo y, de Florencio Varela, Julio Pereyra y dejó a Felipe Solá el armado de dichas nóminas para el interior provincial. “El pronóstico es reservado y el dato destacable es que Kirchner está empezando a cansarse de la actitud de Duhalde”, lapida el interlocutor de este diario.
En la Casa Rosada han escuchado, durante toda la semana que termina, una letanía reiterada, como un salmo, de intendentes duhaldistas, ansiosos de cruzar las líneas y con la esperanza de no tener que abonar costo político ante su antiguo líder. No quieren quedar mal con Duhalde y tampoco –menos que menos– enfrentar al Presidente en una elección. Por eso piden, imploran, que se acerquen posiciones.
El pedido es un tanto complejo de concretar, según entienden los estrategas del gobierno nacional, habida cuenta de lo que consideran una “actitud extorsiva de Duhalde”, tal como se reflejó al comienzo de esta nota. ¿Cuál es dicha actitud? “Mire –dice un principalísimo operador presidencial a Página/12–, la mayoría de los intendentes y dirigentes duhaldistas de importancia quiere que haya paz y no confrontar con Kirchner. Esa posición la tienen los intendentes (de Tres de Febrero y de Berazategui) Hugo Curto y Juan José Mussi, y José María Díaz Bancalari (titular del bloque de diputados nacionales del PJ), por nombrar algunos. Para evitar la confrontación, los tipos que siempre armaron las listas, de un lado y de otro, deberían sentarse y discutir, confeccionarlas y terminar con este asunto. Entonces, deberían sacar a Chiche (Hilda González de Duhalde) del medio. Pero, Duhalde la mantiene como candidata y no da el brazo a torcer. Así es imposible conversar.”
Aquí comienza a jugar la paciencia del Presidente. Quienes conversaron esta semana y han analizado los pasos a seguir en este asunto con él, sostienen que Kirchner estaría dispuesto a mantener abiertas las negociaciones con Duhalde sólo por garantizar que no habrá ni un solo guijarro en la carretera que haga saltar el carro de la gobernabilidad provincial. Pero al patagónico lo malquista la actitud que su antecesor se empeña en mantener.
Ayer, algo de eso dejó trascender el ministro del Interior, Aníbal Fernández, en sus declaraciones radiales de la mañana. “Los peronistas somos leales al presidente peronista y debemos respetar la estrategia del Presidente, la que él diga. Cualquier otra que se quiera hacer conspira contra la estrategia del Presidente”, dijo, lanzando un mensaje en una botella a las aguas de Lomas de Zamora.
“El encierro de Duhalde es increíble”, comenta, no sin cierto asombro, un habitante del primer piso de Balcarce 50, como contrastando su testarudez con las declaraciones que el propio ex presidente derramó en los principales diarios nacionales, entre ellos Página/12, el fin de semana pasado. “Es notorio; pensamos que podíamos avanzar, lo notamos con voluntad de negociar. Sin embargo, mandó a decir que primero cerrásemos las listas y después bajaba a Chiche”, relató un estrecho colaborador presidencial a este diario.
Esta actitud del caudillo de Lomas ha comenzado a reconcentrar al Presidente en su deseo primigenio: enfrentar al modelo duhaldista en el territorio mismo. En palacio son conscientes de que el barro con que deben moldear cualquier proyecto nuevo es el que provee el duhaldismo, con sus vicios y su costado oscuro. Pero confían que la futura conducción, encabezada por el propio Kirchner, a través de la candidatura de Cristina Fernández, derramará un efecto transformador. La faena llevará tiempo, pero el Presidente quiere comenzarla ya. En ese esquema, sus centuriones más negociadores deben darse a una tarea no menor para que el Presidente no decida romper lanzas en una lidia en la que, sabe, hoy lleva todas las de ganar. “Kirchner quiere dar pelea y presentar un proyecto diferenciador a lo que hay en la provincia. Para eso, CFK es la herramienta y quien encabezará esa propuesta de cambio”, confirma un encumbrado integrante del equipo de Gobierno.
Francisco de Quevedo supo escribir que “una cosa es en los soldados obedecer órdenes, otra seguir el ejemplo. Los unos tienen por pago el sueldo; los otros, la gloria”. Que el lector decida quién en estos fangos conurbaneros busca paga y quién bronce.

Los nombres

La intrasigencia de Duhalde, el adelantamiento de los plazos efectuado por la Justicia electoral bonaerense y el deseo contenido del Presidente impusieron levantar la guardia en el bando aquende la General Paz: las nóminas a senadores y diputados provinciales se comenzaron a confeccionar, como se dijo al inicio de esta nota, a manos de Alberto Fernández, Felipe Solá y los intendentes mencionados. Vaya como ejemplo la siguiente muestra: en la primera sección electoral, el actual director general de Escuelas de la provincia, Mario Oporto, un hombre de Morón, encabezará la lista de senadores provinciales. “El 30 de junio no nos va a encontrar desprevenidos”, dice un arquitecto de la estrategia kirchnerista.
En la Casa Rosada leyeron las últimas declaraciones de Chiche Duhalde, referidas a la confección de listas distritales como una artimaña para golpear a su aliado provincial. “Ellos quieren presentar sus listas distritales y si después bajan a Chiche dirán que hay acuerdo con nosotros pero enfrentarán a Solá. Es una treta; nosotros no vamos a dejar en la estacada a Felipe”, advierte un negociador del patagónico que diariamente cruza información con el gobernador.
En definitiva, la mayor parte del problema radica en la construcción de las nóminas provinciales. Ellas y Chiche son los escollos. Duhalde es quien los pone en el camino del acuerdo, sostienen en Balcarce 50.
“El mejor Duhalde es el que entendió que su tiempo pasó”, reflexiona, con cierto aire poético, un trujimán presidencial, y se ataja: “Pero este Duhalde de hoy es uno que tiene una actitud de permanencia”. A “ese” Duhalde que describen los relatos de los moradores de la Rosada le espera, de no haber cambios en el escenario bélico que presagian en palacio, una derrota estentórea. “Está jugando peligrosamente –califican las fuentes– no mide a quién tiene enfrente. Kirchner no se ha achicado ni siquiera ante el Fondo Monetario, no esquiva la pelea. Además, Duhalde parece no tener en cuenta lo menguadas que están sus fuerzas: tenía 70 intendentes, ahora le quedan 15. Esa diáspora lo desquicia y le nubla el entendimiento”, redondea el interlocutor de este diario.
Por si no fuese suficiente, los hombres del Presidente evalúan que los seguidores más fieles del caudillo que tienen poder que perder en una contienda, comienzan a cansarse de la actitud del viejo caudillo. “Hay muchos que lo quieren (a Duhalde) y no lo van a dejar en la estacada, pero evalúan que la pelea los va a dejar sin mayoría en sus Concejos Deliberantes, sin bases en sus distritos, y desdeñan la actitud de su jefe, los está llevando a un suicidio que no quieren cometer”, dice un habitual interlocutor del duhaldismo.
Napoleón decía que “todo soldado francés lleva en su cartuchera el bastón de un mariscal de Francia”. Salvando las distancias, en la provincia son muchos los que miran en sus cartucheras, incluso tras las filas del duhaldismo más cerril.
¿Hay solución posible? ¿Se puede evitar el enfrentamiento? Un importantísimo negociador del Presidente sostiene que para que ello suceda “Duhalde debe entender que comienza una etapa nueva, que debemos buscar esta solución sabiendo (Duhalde) que vamos a hacer las cosas de otra manera, que su etapa terminó y que comienza otra”.
De lo contrario, habrá pelea.

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