Esta vez fue el propio negociador del Gobierno quien volvió a poner en duda la posibilidad de un acuerdo con el duhaldismo en la feroz interna del PJ bonaerense por las candidaturas para las elecciones legislativas de octubre. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmó que Cristina Fernández de Kirchner “representa mejor que nadie el cambio genuino” que pretende el Gobierno, negó que existan conversaciones con el ex presidente para sellar un entendimiento definitivo y admitió la posibilidad de que haya dos boletas peronistas en la provincia de Buenos Aires, pero no dos listas oficialistas: “La candidatura de Chiche Duhalde no sería ‘paraoficialista’ sino de oposición”.
“Nosotros aspiramos a que los ciudadanos nos acompañen en octubre y esto requiere del aporte de todos. Las grandes acciones son resultado de acciones colectivas, con candidatos que respondan a esta lógica”, aseguró el funcionario que volvió a insistir que no tiene dudas de que en la provincia de Buenos Aires “Cristina Kirchner representa mejor que nadie esa vocación y el cambio genuino que nosotros queremos hacer”.
La referencia no es casual. Para Fernández, “cualquier conversación, que no estáexistiendo, debería suponer esta impronta”, en alusión al posible acuerdo al que puedan llegar kirchneristas y duhaldistas con respecto a las candidaturas. Así como tampoco es casual la declaración pública de que las negociaciones están estancadas.
“Lo que nosotros tenemos que hacer es garantizar un proyecto de gobernabilidad. No es verdad que la gobernabilidad se pueda lograr con la lógica de siempre. Yo confío en que Chiche Duhalde lo entienda, pero sobre eso no me gusta opinar”, señaló el funcionario al mencionar el principal escollo en la negociación. No sólo la esposa del ex presidente no renunció a su candidatura a senadora, que el oficialismo había pedido como gesto para continuar las negociaciones, sino que el ultraduhaldismo se pintó la cara empapelando gran parte del conurbano con un afiche que sólo lleva como consigna “Chiche te queremos”.
“No entiendo muy bien –continuó el ministro en declaraciones radiales– cómo sería mandar un candidato por el oficialismo y un candidato por el ‘paraoficialismo’. Sería un candidato del oficialismo y un candidato de la oposición.” Las palabras del principal negociador del gobierno con el duhaldismo dejaron en claro que la posibilidad de que en territorio bonaerense haya dos boletas peronistas no significa que ambas apoyen el proyecto político del kirchnerismo.
Tal como lo anticipó Página/12, en el gobierno están saturados de lo que denominan la actitud “extorsiva” de Eduardo Duhalde y ya pusieron en marcha el Plan B por si finalmente no hay acuerdo: el propio jefe de Gabinete comenzó a confeccionar las listas de candidatos provinciales con el gobernador Felipe Solá. Un listado que contaría con el apoyo y la revisión de un importante número de intendentes bonaerenses que han abandonado las filas duhaldistas para alinearse con el gobierno nacional, aunque muchos de ellos aún mantienen vasos comunicantes con los hombres de confianza de su antiguo jefe y serios cuestionamientos a Solá.
Kirchner no quiere cerrar definitivamente las puertas a una negociación con Duhalde para evitar que una posible ruptura ponga en dificultades la gobernabilidad en el primer estado argentino, en vísperas de una batalla electoral en la que decidió poner en juego el futuro de su gestión. Pero tampoco está dispuesto a soportar las exigencias del caudillo de Lomas de Zamora, cuyo poder territorial está devaluado. Por ahora lo único que pasa es el tiempo y la posibilidad de arribar a un acuerdo.