EL PAíS
› BOGGIANO, CASI UN EX SUPREMO
La cuenta regresiva
› Por Eduardo Tagliaferro
Los días de Antonio Boggiano en la Corte Suprema están contados. Aunque el Senado no sesionará durante esta semana, este diario pudo saber que en la conducción de la bancada oficialista se descuenta que el próximo miércoles 6 de julio el cuerpo respaldará la apertura del período de pruebas reclamado tanto por la defensa del juez como por los diputados encargados de llevar adelante la acusación.
A partir de ese momento, el reglamento de juicio político establece que las medidas probatorias serán recolectadas durante 30 días hábiles. Es decir, hasta el 18 de agosto. Después de esta fecha, de la firma del o los dictámenes recomendando la destitución o la rehabilitación del magistrado, de los alegatos de la defensa y de la acusación, los senadores votarán por la suerte del juez, algo que podría concretarse entre la última semana de agosto o a más tardar la primera de septiembre.
El receso de dos semanas, que dominará la Cámara alta a partir del 8 de julio, no será un obstáculo para que la Comisión de Asuntos Constitucionales, competente en las tareas del proceso, recepte, evalúe y decida si hace lugar a cada una de las pruebas reclamadas por las partes. Muchas de ellas, las vinculadas al caso Meller, no son desconocidas para la mayoría de los senadores. Fueron analizadas cuando se llevó adelante el juicio que terminó con la destitución de Eduardo Moliné O’Connor. “Es una cuestión lógica. Luego del fallo de Moliné, el Senado no puede votar otra cosa”, confió a este diario un destacado legislador del oficialismo.