“Chilena puta, fuera de la Municipalidad. Acordate cuando eras sirvienta.” Es tan sólo una de las frases que desde el lunes decoran las paredes de dos edificios públicos en la capital de Neuquén. El mensaje está dirigido a Marlene Velásquez, esposa del intendente radical Horacio Quiroga, quien recientemente oficializó un frente electoral con el kirchnerismo. El funcionario le adjudicó el ataque al Sindicato de Trabajadores Municipales (Sitramune), de conocidos lazos con el caudillo de la provincia, Jorge Sobisch. Su titular, Luis Martínez, forma parte de la Mesa Sindical Sobisch Presidente.
“Los actos de este tipo los venimos afrontando desde que asumí. Pero en estas semanas se fueron sumando y no es casual. Además, esto ya pasa a ser actos xenofóbicos y fascistas. Martínez dijo que me esperaba en las urnas, con lo que no se puede negar el interés político que encierran. Además, no se pueden negar los vasos comunicantes que tiene el sindicato con el gobierno provincial”, explicó Quiroga a Página/12 tras mencionar distintos actos a los que su administración calificó como “un plan de maniobras para desgastar el gobierno municipal”. Entre ellos denunció “la apropiación de edificios de la municipalidad y amenazas telefónicas”.
Según explicaron desde la administración de Quiroga, los hechos –que derivaron en dos denuncias penales y una presentación ante el Instituto Nacional contra la Discriminación y el Racismo (Inadi)– se intensificaron desde que se presentaron el 10 de junio los candidatos a diputados del Frente para la Victoria, con el que el oficialismo buscará disputarle el poder a Sobisch en la provincia. La lista consiguió el apoyo de varios dirigentes de la UCR, entre ellos Quiroga.