Dos delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) fueron detenidos por realizar una protesta en el interior de la Casa Rosada, luego de que el Gobierno la prohibiera argumentando razones de seguridad presidencial. La intención del gremio fue hacer un papelazo en el Patio de las Palmeras para reclamar por la libertad de seis dirigentes presos en la provincia de Santa Cruz. Los delegados, arrestados por desobediencia, apenas tiraron los primeros papeles, recuperaron la libertad tras pasar dos horas en la comisaría. Anoche el juez Norberto Oyarbide desestimó que hubieran cometido delito alguno.
El reclamo había sido anunciado con anticipación y ayer a la mañana, horas antes de su inicio, el Poder Ejecutivo hizo circular una resolución de veda. “Por indicación del secretario general de la Presidencia de la Nación (Oscar Parrilli), se comunica al personal que desarrolla actividades en esta Casa de Gobierno que debido a cuestiones de seguridad no están autorizadas las manifestaciones en el interior de la misma”, señaló el texto firmado por el director general de Seguridad del lugar, el teniente coronel César Pablo Yague.
ATE ratificó que igual realizaría la medida. El secretario general del sindicato, Pablo Micheli, señaló en ese sentido que los trabajadores hacen sus reclamos gremiales en el lugar donde se desempeñan: se trata de un derecho que los empleadores no pueden prohibir.
El Patio de las Palmeras ha sido un lugar tradicional para las protestas, tanto de ATE como de UPCN (Unión del Personal Civil de la Nación). Allí se hicieron medidas durante los gobiernos de Carlos Menem, de Fernando de la Rúa e incluso de Kirchner, dos meses atrás.
Tras la prohibición, el personal de Seguridad cerró con cadenas los ingresos al Patio, incluidas las puertas de las oficinas ubicadas en el primer piso, por las que se accede a una galería que lo bordea. Sin poder pasar, los empleados decidieron hacer la manifestación en el otro patio de la Rosada. Cuando tiraron los papeles allí, la seguridad detuvo al delegado Fernando Cardozo (ATE-Casa Rosada) y a Aldo Flores, representante de los mozos.
Consultado por Página/12, Parrilli defendió la medida y dijo que la veda se mantendrá. El secretario general de la Presidencia sostuvo que “todas las actividades” que se desarrollan en la Casa de Gobierno “tienen limitaciones y restricciones”, ya que se trata de un edificio en el que “no hay libre circulación, ni es libre el ingreso”. En ese marco, agregó, “el director de Recursos Humanos se reunió hace dos días con los delegados de ATE” y les comunicó que por “razones de seguridad y respeto institucional no estaba permitido” realizar ese tipo de manifestación. Para el funcionario, la decisión de mantener la protesta fue “un acto de provocación institucional innecesario, porque el Gobierno está trabajando” con el sindicato “en la solución de los temas planteados”.
El motivo principal del conflicto, la detención de seis dirigentes en la provincia de Santa Cruz, siguió ayer sin mayores novedades. La jueza Graciela Esther Roarte de Leone comenzaría hoy a ampliar las indagatorias de dos de los arrestados. Entre los presos están el secretario general de ATE Santa Cruz, Alejandro Garzón, y un grupo de delegados de la Municipalidad de Pico Truncado. Fueron arrestados el viernes, luego de que el intendente local, Osvaldo Maimo (PJ), denunciara que había sido presionado por el sindicato para otorgar un aumento de sueldos. Ayer, en el norte de la provincia, volvió a haber piquetes en pedido de la libertad de los presos. La segunda razón de los reclamos es un aumento de emergencia de 300 pesos para todas las categorías.
Los dirigentes de ATE evaluaban anoche presentar una denuncia contra el Poder Ejecutivo por “privación ilegítima de la libertad” (debido a que las puertas de las oficinas fueron encadendas) y “violación a la libertad sindical”.