El Gobierno dispuso ayer una nueva batería de medidas tendientes a sostener el actual tipo de cambio. Por primera vez incluyó a los residentes argentinos en los controles a los capitales. A partir del ingreso de dos millones de dólares mensuales tendrán que inmovilizar el 30 por ciento de esos fondos. Además, será obligatorio declarar ante la AFIP el origen del dinero cuando supere los 50 mil dólares mensuales. Para cerrar el cerco también se endurecieron aún más los controles a los inversores extranjeros.
Con la de ayer fue la tercera vez en un mes que Economía toma medidas para mantener la cotización del dólar. Tal como había anticipado Página/12, en el Palacio de Hacienda pensaban en aplicar nuevos ajustes porque se había detectado que los operadores lograban burlar los controles. Para evitarlo, a través de la resolución 365, se dispusieron diversas obligaciones:
u Los inversores argentinos (individuos y empresas) que ingresen más de dos millones de dólares mensuales tendrán las mismas restricciones que los extranjeros: una inmovilización (encaje) del 30 por ciento del dinero ingresado y la imposibilidad de disponerlo durante un año.
u Cuando la entrada supere los 50 mil dólares mensuales, los operadores tendrán que informar a la AFIP el origen de esos fondos.
u Si bien en un principio habían quedado exceptuadas las emisiones de deuda pública, ahora se incluyeron en los controles a las Letras del Banco Central (Lebac). Hasta el momento no se detectó que haya inversores extranjeros con Lebac, pero en Economía dijeron a este diario que esos instrumentos podrían ser utilizados para la especulación cambiaria ahora que rigen los nuevos controles.
La ampliación de los controles a los residentes argentinos se debe a que había sociedades de Bolsa y bancos locales que prestaban su nombre a inversores extranjeros, que habían quedado restringidos por los controles. Los argentinos les vendían bonos en pesos a través de sus filiales de Montevideo o Nueva York y los dólares que recibían los liquidaban en el mercado cambiario presionando sobre el valor del dólar. Para tener una idea del negocio, el Banco Mariva registró un volumen de repatriaciones de capitales de alrededor de 30 millones de dólares desde que se impusieron las restricciones a los extranjeros, el pasado día 9. Atento a estas operaciones, la AFIP ordenó diversas investigaciones sobre las agencias bursátiles y entidades financieras que estuvieron activas en este negocio en las últimas semanas.
El fuerte ingreso de capitales especulativos se debe a que los inversores apuestan a una revaluación del peso frente al dólar. Por eso los preferidos son los bonos nominados en moneda local. El Gobierno no se opone a que los financistas adquieran esos títulos, sino a que ingresen dólares para comprarlos. Las iniciativas tuvieron un impacto negativo en el mercado accionario: cayeron 3,2 por ciento en promedio. No obstante, los títulos públicos registraron alzas de hasta 3 por ciento (ver aparte).
Las nuevas medidas obligarán a que si, por ejemplo, un empresario decide repatriar fondos deba dar a conocer su destino específico. No obstante, en Economía dejaron en claro que quedaban exceptuadas las inversiones productivas. De hecho, la resolución exceptuó de los controles a los préstamos que provengan del exterior destinados a la inversión no financiera y sean a un plazo superior a los dos años. También quedaron excluidos los créditos otorgados por los organismos internacionales y aquellas operaciones que sirvan para cancelar deuda externa.
Además del endurecimiento de los controles, que desincentivan el ingreso de capitales especulativos, este mes el Gobierno tomó medidas para incrementar la demanda de divisas: les obligó a los importadores de productos de consumo a pagar sus compras al contado. Todas iniciativas para aflojar la presión bajista del dólar. En lo que va del mes, elCentral y el Nación adquirieron 2002 millones de dólares para sostener el tipo de cambio, que implica un record mensual.