EL PAíS
› CONFLICTO GREMIAL EN EL CHACO
Gases en el hospital
› Por Laura Vales
El hospital Perrando y el Pediátrico son los dos centros de salud de mayor complejidad de Resistencia, Chaco. Ayer, la policía de la provincia entró a ambos edificios y se desplegó con armas y gases lacrimógenos en los pasillos, como respuesta a un paro de médicos y de enfermeros. La huelga lleva casi dos meses y la gobernación, para romperla, había empezado a enviar a beneficiarios de los planes Jefes de Hogar a hacer tareas de enfermería. Como el gremio buscó impedirles la entrada, un fiscal dictó la orden de desalojo y mandó a la policía.
El reclamo gremial, dijo la dirigente Beatriz Bogado, de la Unión del Personal Civil del Chaco, es por un aumento de 350 pesos que se incluya en el salario básico. “Hoy una enfermera que trabaja 8 horas por día, tiene un salario de bolsillo de 400 pesos”, señaló Bogado.
El paro es por tiempo indeterminado. Se garantizó el funcionamiento de la terapia intensiva, las emergencias y las guardias mínimas, pero los consultorios y las áreas que no tienen que ver con urgencias están inactivas. La gobernación de Roy Nikisch comenzó a utilizar como mano de obra para enfermería a Jefes de Hogar. “En el Perrando, hay 480 Jefes de Hogar, además de jornalizados diarios y gente que trabaja ad honorem con la promesa de que le saldrá el contrato”, dijo a Página/12 el abogado Mario Bosch. La situación, agregó el abogado, “viola todas las normas del ejercicio de la salud pública”. En este contexto, el gremio presentó una denuncia penal y decidió impedir el acceso a los Jefes de Hogar, hasta que ayer el fiscal Alfredo Soucasse ordenó la intervención de la policía.
El operativo fue hecho con el respaldo del secretario de Seguridad local. “Cuando los policías ingresaron hubo una empleada lesionada, hubo empujones, corridas”, sostuvo Bosch. “Si bien la mayoría de los policías no golpeaba, había algunos sueltos que estaban muy agresivos. Para los pacientes, muchos de ellos chicos, y sus familiares fue una situación traumática.” Los abogados presentaron un habeas corpus para que se garantice la seguridad física de enfermos y trabajadores y solicitaron que los internados –380 en el Perrando, 100 niños en el Pediátrico, sean evacuados–. Anoche había un clima de tensión, porque los trabajadores permanecen en el interior de los edificios y se esperaba un desalojo.