El título del artículo de Eduardo Galeano que ayer salió en la contratapa de este diario era “Peligro”. Casi un anuncio de lo que ocurrió. Por un lamentable error en el proceso de edición, se volvió a publicar una nota ya aparecida en octubre del año pasado. Cualquier lector atento habrá notado dos cosas. Por un lado, la desactualización de las referencias utilizadas en el texto. Por el otro, la absoluta pertinencia y actualidad de las ideas y conclusiones planteadas en la nota. Lo primero, es obviamente absoluta responsabilidad del error de este diario. Lo segundo, exclusivo mérito del autor.