Los enfermeros del Hospital Garrahan rechazaron una propuesta salarial del Ministerio de Salud y continuarán con el paro de 72 horas, en reclamo por un sueldo básico de 1800 pesos. La oferta para destrabar el conflicto, que lleva dos meses con medidas de fuerza semanales, había consistido en una propuesta de mejora del 20 por ciento. Tres gremios del hospital la aceptaron, pero el personal no médico consideró que estaba aún lejos de su aspiración. “Fijaría el mínimo en 1200 pesos, cuando estamos buscando que el piso sea igual a la canasta familiar”, dijo la delegada Adriana Agüero. La dirección del Garrahan advirtió que tomará sanciones “económicas y administrativas” contra el personal en huelga.
La discusión salarial viene de arrastre desde el mes de abril. En aquel momento hubo un plan de lucha que los trabajadores suspendieron al llegar a un acuerdo parcial, por un aumento de 300 pesos y el compromiso de que se seguiría negociando en una paritaria. Esas conversaciones, sin embargo, no avanzaron. Y este paro, de 72 horas, podría ser seguido la semana próxima por otro de 96.
El conflicto abarca a enfermeros, técnicos de laboratorio y radiología, personal de esterilización y mantenimiento, nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Los sindicatos restantes –UPCN, Sutecba y la Asociación de Profesionales– no estaban en huelga, aunque sí participaban de negociaciones por una recomposición. Los médicos de la Asociación se encaminaban a iniciar una protesta. El lunes hicieron un plebiscito: “¿Está dispuesto a participar en la realización de medidas de fuerza?”, preguntaron a los integrantes de la organización. 237 médicos votaron por el sí y 192 por el no. De todas maneras, ayer el sector consideró que la propuesta del Ministerio de Salud era positiva y firmó el acuerdo. Junto con el 20 por ciento de mejora, se les reconocerá como remunerativos 250 pesos que hasta ahora percibían en negro.
El personal no médico, en cambio, cuestionó que la propuesta beneficiara “a los categorías superiores”. “Los directivos del hospital cobran, además de su sueldo, una suma fija por sus funciones gerenciales. El acta les da un aumento del 20 por ciento y agrega otro 20 por ciento sobre esa suma fija”, sostuvo el dirigente Gustavo Lerer al señalar otros motivos del rechazo. Según los cálculos de Lerer, la oferta del ministerio implicaba “un gasto de 20 millones de pesos, con los cuales se hubiera podido otorgar a todos los trabajadores 600 pesos. Pero con el esquema del ministerio, las categorías más bajas sólo recibirían 120”.
El presidente del Consejo Consultivo del hospital, Alberto Goldberg, criticó la postura gremial y consideró que el reclamo “no es económico”, sino que existe una intención “política” de mantener el conflicto. Para el directivo, el monto del reclamo expresaría que no hay voluntad de llegar a un acuerdo. Goldberg aseguró, por otra parte, que el personal de paro no está garantizando las guardias mínimas. “El hospital trata de darles protección y cobertura a los pacientes internados, pero las dotaciones mínimas comprometidas por el gremio no se están cumpliendo”, expresó en una conferencia de prensa. “Los chicos están tomados de rehenes y la comunidad tiene que tomar una actitud para que esto termine, no puede permanecer pasiva.”
También desde los gobiernos nacional y de la ciudad hubo cuestionamientos a la dureza de la postura sindical. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, consideró que el conflicto adquirió “una dosis de irracionalidad muy profunda”, dijo, para recordar luego a los trabajadores de la salud que ellos “hacen el juramento de atender a los que necesitan, y muchas veces esto se descuida”.
A su vez, el secretario de Salud del gobierno porteño, Alfredo Stern, advirtió que el paro del Garrahan “implica una baja en la calidad de la atención” para todo el país, ya que es el centro de salud pediátricomás importante a nivel nacional. El hospital, que tiene cerca de 400 internados, atiende cada día en sus consultorios a un promedio de mil pacientes.