Un hombre de origen libanés nacionalizado venezolano, de 34 años, fue detenido ayer en Mar del Plata, acusado de realizar maniobras para estafar a la compañía de celulares Movistar, aunque la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal (DUIA) lo investiga para saber si tiene alguna vinculación con organizaciones fundamentalistas. El individuo utilizaba unos 30 celulares clonados, a través de los cuales se realizaban llamadas a distintos países del mundo, entre ellos varios de Medio Oriente, sin pagar. Es cierto que inmigrantes marroquíes dedicados a maniobras con celulares fueron los protagonistas del atentado de Atocha, en España, pero al mismo tiempo especialistas en materia de terrorismo coinciden en sostener que parece poco creíble que un libanés se instale y se exponga de esa manera en Mar del Plata, con tres meses de antelación a la Cumbre de las Américas, para atacar a los presidentes que participarán.
La denuncia contra el libanés fue realizada por Movistar y a raíz del operativo que se puso en marcha por la Cumbre, la detención la hizo la DUIA en un edificio ubicado en la avenida Colón 1388. El individuo alquilaba allí un departamento desde hace varios meses y lo que se encontró es un sistema informático que permite cursar llamadas esquivando la facturación de la compañía de celulares.
En los últimos tiempos creció el robo de celulares. Lo que se hace es activar de manera fraudulenta el chip, realizándose las llamadas sin costo. El libanés tenía ya 30 celulares clonados en funcionamiento. El titular de la Policía Federal en Mar del Plata, Norberto Sandrini, dijo que el detenido fue imputado por infracción a la Ley de Comunicación y se investiga si tiene relación con actividades terroristas. El juez a cargo, Eduardo Farah, anoche no había dispuesto la indagatoria del detenido. Quienes siguieron el caso desde los primeros momentos aseguran que el libanés es sólo “un bolsero”, es decir una persona que comercia con celulares. En la DUIA quieren mirar el caso con detenimiento porque está el antecedente de Atocha, en el cual los terroristas se movieron con celulares clonados y uno de los integrantes de la organización era un bolsero. Es más, en las 14 mochilas colocadas en los trenes españoles, la activación de los explosivos se hizo a través de celulares clonados. Sin embargo, los especialistas tomaban con cautela cualquier paralelismo.