Con escasa pena, poca gloria e, incluso, sin la presencia del imputado, el jury del Consejo de la Magistratura destituyó a Juan José Mahdjoubian, titular del Juzgado de Instrucción Nº 29. El propio tribunal, presidido por el ministro de la Corte Augusto Belluscio, pese al fallo condenatorio, tuvo un desempeño timorato: lo separó por el menor de los cargos que se le habían formulado. En rigor, la opacidad del acto se acentuó gracias a un hecho fortuito. Horas antes, en un clima de mucha mayor tensión había corrido una suerte similar Juan José Galeano, el organizador de la ceremonia de la confusión en que quedó convertida la causa por el atentado a la AMIA (ver aparte).
Hubiera podido pensarse que la sesión tendría, a su modo, un atisbo de solemnidad. Sin embargo, nada de eso ocurrió. Contra la costumbre, la audiencia comenzó a la hora fijada. La secretaria Silvina Catucci –hermana de Liliana, camarista de Casación– leyó, a sala casi llena y de carrerilla, los resultados de las votaciones del jurado, que integraron, además de Belluscio, los senadores Jorge Agúndez (UCR) y Sergio Gallia (PJ), los abogados Eduardo Roca, Enrique Basla y Ernesto Sagués, el diputado Manuel Baladrón y el juez del Tribunal Oral Federal de Misiones Manuel Moreira. Intuyendo el resultado, al igual que su antecesor en el turno mañana, Juan José Galeano, Mahdjoubian optó por ahorrarse el mal momento y no asistir. Fueron sus defensores el ex juez en lo penal económico Julio Virgolini y su socio Adrián Maloneay, los que, visiblemente incómodos, debieron aguantar a pie firme la lectura de la sentencia. Entre el público que a las 16 se dio cita en el recinto donde se celebran las audiencias del Jury de Enjuiciamiento, ubicada en la planta baja del Palacio de Tribunales y escenario del juicio a las Juntas Militares y a los golpistas carapintada, se divisaba a los consejeros Marcela Rodríguez, Beinusz Szmukler, Lelia Chaya, Joaquín Da Rocha, Juan Geminiani y Luis Pereira Duarte.
El destino de Mahdjoubian –“Mahdjou”, como le decían sus colegas de instrucción– lo había sellado una cámara oculta del programa Telenoche Investiga, que captó a su secretario Daniel Mauro conviniendo con el abogado Alberto Seyahian la tramitación de los juicios. En verdad, la triquiñuela consistía en que las denuncias se formularan ante la Policía Federal (hay dos integrantes de la PF procesados) en los períodos en que se encontraba de turno el juzgado 29. Esa era la garantía que Seyahian daba a sus clientes respecto del buen desenlace que tendrían las actuaciones judiciales en que estaban involucrados. La participación de Mauro, amigo de salidas y parrandas de Mahdjoubian, no dejó dudas y Mauro fue exonerado del Poder Judicial. Todo indicaba que a Mahdjoubian también se le haría difícil zafar. El broche de oro para su caída lo puso una enclenque estrategia defensiva. Ni siquiera los testigos de la defensa declararon en favor del magistrado, quien, para empeorar las cosas, solicitó intervenir en los interrogatorios y hablar por sí luego de que Virgolini y Maloneay pronunciaran el alegato final.
Los cargos que tomó en cuenta el Consejo y sobre los que pivotearon los acusadores Joaquín –“el Chango”– Da Rocha y Lelia Chaya fueron tres: Forum shopping (es decir, elección del juez interviniente a piacere), malos tratos y mal desempeño, basado este último en el hecho de no haber iniciado sumario administrativo a Mauro cuando tomó conocimiento de las filmaciones de TN. El tribunal optó por darle a Mahdjoubian la salida menos costosa: votaron destituirlo por forum shopping Agúndez, Sagués y Roca; por malos tratos, Agúndez, Basla, Sagués, Roca y Moreira. La no instrucción de sumario administrativo fue la única que alcanzó el número de votos necesarios para resolver la destitución. Era una falla burocrática, el cargo de menor gravedad de todos los investigados.
Si el resultado del jury hubiera sido otro, a “Mahdjou” le esperaba un segundo desafío: sortear un segundo pedido de juicio político por forum shopping, denunciado por los camaristas del crimen Alfredo Barbarosch y Gustavo Bruzzone. Barbarosch y Bruzzone advirtieron que Mahdjoubian, mediante el mismo procedimiento de denuncia policial (Delitos Complejos o Defraudaciones y Estafas eran las áreas habituales) y con la complicidad del titular del juzgado 22, Ismael Muratorio, había favorecido al ex banquero Raúl Moneta en su demanda contra Cablevisión. Muratorio se encontraba, asimismo, recorriendo el camino del juicio político pero, a diferencia de Mahdjoubian, presentó la renuncia basada en razones de salud y preservó así el cobro de la jubilación. La dimisión fue entregada al presidente Néstor Kirchner con fecha 1° de agosto. No se sabe cuál será la respuesta, aunque, según trascendió, antes de alejarse del Ministerio de Justicia Horacio Rosatti elevó su pronunciamiento, favorable a la aceptación. Ahora es Alberto Iribarne quien debe emitir opinión.