Con el anuncio de una batería de medidas, que incluyen un aumento de 100 pesos en el salario básico, el gobierno de Felipe Solá logró destrabar el conflicto docente en la provincia. Las propuestas fueron bien recibidas por el Frente Gremial Docente, que si bien las someterá a una consulta colectiva la semana que viene, se comprometió a no tomar ninguna medida de fuerza en el mediano plazo. Además de buscar una recomposición de la escala salarial, la administración provincial se comprometió a realizar nuevas inversiones para mejorar las instalaciones de las escuelas y prometió terminar definitivamente para el año que viene con las sumas que se pagan en negro. Con la aplicación de estas medidas, según se estimó ayer, el presupuesto destinado al sector ascenderá a casi 800 millones de pesos.
Tras casi diez horas de negociación, el gobierno provincial llegó a un acuerdo con los docentes en el que se buscó no dejar fuera ninguna de las cuestiones en conflicto. Entre ellas, la administración de Solá dispuso la incorporación escalonada al salario básico de los 90 pesos que los docentes cobran por presentismo. Con ésta y otras sumas el sueldo mínimo aumentará a partir de este mes de 310 a 400 pesos. Solá además se comprometió a terminar de reincorporar el año que viene la totalidad de las sumas no remunerativas, respondiendo así a uno de los principales reclamos de los docentes. El secretario de Educación bonaerense, Mario Oporto, anunció una suba en los sueldos de directores y supervisores, con lo que se buscó normalizar las distorsiones en la escala salarial.
Hasta el momento, un docente en la provincia cobraba un básico de 300 pesos. El sueldo inicial llegaba a los 700, en los que además de los 90 por presentismo se incluye los 110 aportados por el gobierno nacional en concepto de incentivo. Esta última cifra, sin embargo, no era percibida por casi los nueve mil docentes que ingresaron después de 2003. Frente a esta situación, el gobierno de Solá se comprometió a pagarles la suma de 100 pesos con fondos de la provincia. Según informaron los representantes gremiales, también se acordó un aumento en las becas destinadas a los alumnos de sectores más carenciados y futuras inversiones en la construcción y mantenimiento de las escuelas. “Volvemos a reconstruir la carrera docente. Esto no es una propuesta, sino una política”, celebró Oporto al salir de la reunión.
En el encuentro, además de medio gabinete provincial, participaron el secretario general del Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación (Suteba), Roberto Baradel, y la titular de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petroccini. Solá, que se retiró a las dos horas para participar de un acto con Néstor Kirchner, lanzó varias críticas contra los gremios a los que acusó de “pedir siempre más”. La reunión fue dispuesta la semana pasada por su gobierno, luego de que las negociaciones con los docentes fracasaran. El miércoles se había contemplado un aumento del básico, pero la provincia se negaba a responder a los otros reclamos argumentando no contar con los recursos presupuestarios. Ayer se anunció un aumento a casi 800 millones de pesos para la partida del año que viene. “No se trata de un problema en el presupuesto, sino de la predisposición del gobierno para mejorar la situación de la educación”, expresó a Página/12 Baradel.
Según informó el dirigente, aún resta que la propuesta sea evaluada en asamblea con los docentes que decidirán si la aceptan o no. El gobierno además se comprometió a restituir las sumas que fueron descontadas a los docentes que adhirieron a los paros. A cambio exigió a los docentes que retiren la demanda y que colaboren en la instrumentación de un programa para recuperar los contenidos perdidos por los diez días de paro que se registraron a lo largo del año en la provincia. Sin embargo, ambos sectores descartaron la posibilidad de que se implementen clases los sábados o se extienda el ciclo lectivo.

Informe: Carolina Keve.