EL PAíS
› RAFAEL BIELSA Y ALBERTO FERNANDEZ ACLARARON SUS DIFERENCIAS
Amor y fair play para la campaña
Estuvieron cuarenta minutos para aclarar sospechas mutuas de operaciones de prensa. Ambos negaron todo y acordaron los ejes de la campaña en la que Bielsa saldrá con Cristina y el Presidente.
› Por Raúl Kollmann
Hubo paz. O al menos eso dicen las dos partes. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el canciller Rafael Bielsa se encontraron ayer al mediodía durante 40 minutos para tratar de reducir las tensiones entre ambos. El punto crucial de la reunión fue una acusación mutua: “Montaste una campaña de prensa en contra de mí”. Fernández sostenía que hubo una movida de funcionarios de Cancillería para difundir que Bielsa renunciaría a la candidatura por su choque con el jefe de Gabinete. Por su parte, el ministro sugirió que de la Jefatura de Gabinete salieron los rumores que hablaban de enojos del Presidente con el canciller por la postura de este último de aparecer “imprudentemente”, a través de su esposa, en un acto de los familiares de las víctimas de Cromañón. Ayer dedicaron diez minutos a decirse mutuamente que no hicieron operaciones de prensa y que está todo bien. La media hora restante fue para planificar aspectos de una campaña electoral porteña en la que aparecerán juntos, en varios actos, el Presidente, Cristina y Bielsa.
El punto de mayor tensión llegó cuando la esposa de Bielsa, Andrea De Arza, estuvo en un acto realizado por familiares de las víctimas de Cromañón a favor del juicio político a Aníbal Ibarra, exactamente el mismo día en que los dos Fernández, Alberto y Aníbal, despotricaban contra la comisión que recomendó la realización de ese juicio político. Cerca del jefe de Gabinete aseguran que no se oponen al juicio político, sino a la comisión que –según ellos– copó el macrismo y se expidió el viernes pasado. Ahora, en la Casa Rosada afirman que no van obstaculizar el juicio político, aunque consideran que debe dilatarse hasta después de las elecciones. Por el lado de Bielsa, afirman que la idea no fue ir al acto de los familiares a apoyar el juicio político, sino a acompañar a las víctimas de la tragedia de Cromañón.
Dado que el tema dejó de ser el centro de la controversia, la reunión de ayer derivó inicialmente hacia las supuestas movidas de prensa que cada uno le atribuye al otro. Durante la tarde del jueves corrió el rumor de la renuncia de Bielsa a la candidatura, algo que el canciller negó categóricamente. El otro rumor era que el Presidente estaba enojado con Bielsa. Eso motivó el segundo desmentido. Por supuesto que los dos protagonistas se ocuparon de asegurar que la culpa no la tuvo la prensa, sino que las versiones llegaron al periodismo a través de “no se sabe quién”. Decidieron ponerle punto final al episodio y pasaron a evaluar la campaña porteña, de enorme importancia para el Gobierno. Según evalúan en la Casa Rosada, un holgado triunfo en provincia de Buenos Aires, y aunque sea una victoria por un punto en Capital Federal, redondearían una imagen de victoria inapelable.
Los dos apuntan a una idea que suscribe el Presidente: que exista una cierta unión en las campañas bonaerense y porteña. La foto será Kirch-
ner, Cristina y Bielsa juntos. En la Capital eso significa un Bielsa con buena imagen, pero con el agregado de que es el candidato de Kirchner y Cristina, que ostentan un 55 por ciento de aprobación en el electorado porteño. Los consultores creen que incluso ese perfil, mostrando cierta independencia en algunos temas como el de Cromañón, le da un plus.
En el encuentro quedó confirmado un esbozo de cronograma que incluirá numerosos actos con los tres protagonistas en el mismo escenario. Bielsa perfilará su discurso hacia el concepto de “una ciudad de Buenos Aires productiva”, tratando de cosechar el dato de que en el distrito porteño hay una fuerte reactivación. Se proyectará el perfil de Bielsa como intelectual, algo que –según los consultores– puede atraerle electorado joven y femenino. En los planes están charlas y debates, por ejemplo, con Felipe Pigna y Alejandro Dolina.