EL PAíS
› DISCONFORMIDAD ENTRE LOS GREMIOS UNIVERSITARIOS
Aumento para los profesores
El Gobierno anunció un incremento del 22,7 por ciento en la masa salarial de los docentes de universidades. Conadu y Conadu Histórica lo consideran insuficiente y paran la próxima semana.
› Por Javier Lorca
El Gobierno anunció ayer una mejora salarial para los docentes universitarios, a través del blanqueo parcial de algunos adicionales y de una nueva suma fija variable según los cargos. El ministro de Educación, Daniel Filmus, consideró que la decisión implica “una recuperación muy fuerte del salario real”. Pero las medidas no conformaron a la mayoría de los gremios docentes. De hecho, la Conadu y la Conadu Histórica convocaron a una jornada de protesta, con huelgas incluidas, para el miércoles y el jueves de la semana próxima.
Después de una reunión en la Casa de Gobierno –de la que participaron el presidente Néstor Kirchner, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y rectores universitarios–, Filmus anunció un incremento de 175 millones de pesos para las partidas destinadas este año a salarios docentes. Anualizada, en 2006 la suba supondrá 370,9 millones más para un presupuesto universitario que hoy ronda, en total, los 2300 millones. Esto significa, según se informó, un aumento del 22,7 por ciento para la masa salarial. Claro que, blanqueo mediante, no será ésa la mejora que percibirán directamente los bolsillos de los profesores.
¿En qué consiste el incremento? Tiene cuatro patas:
- Se confirma la incorporación al salario de la mitad de las sumas no remunerativas ni bonificables otorgadas el año pasado. En realidad, esto ya había sido anunciado y regía desde el 1º de julio.
- Desde este mes, se convierte en remunerativo, aunque no bonificable, el otro 50 por ciento del estímulo de 2004.
- Finalmente, se agrega un nuevo adicional en negro (no se contempla para los aportes) a todas las categorías docentes que –destacó Educación– “permite alcanzar en el cargo testigo con una antigüedad promedio un salario bruto que supera los 700 pesos”.
- Además, resultan beneficiados los docentes de las escuelas dependientes de universidades nacionales, con otra suma adicional “para alcanzar un salario mínimo de bolsillo de 700 pesos”.
“Si uno toma el período 2003-2005, el presupuesto universitario ha aumentado un 56 por ciento después de haber estado congelado mucho tiempo”, destacó Filmus. Así, para el ministro, “la recuperación del salario no es sólo nominal, sino que hay una recuperación muy fuerte del salario real”. Aseguró que “algunas categorías han aumentado un 90 por ciento su salario en los últimos dos años”.
Los ejemplos elegidos por el ministerio para promocionar el aumento fueron los siguientes: un profesor titular con dedicación exclusiva (40 horas semanales de trabajo) y con máxima antigüedad (20 años) pasará de cobrar 2803 pesos a 3453 en agosto, un aumento del 23 por ciento; un ayudante de 1ª con dedicación semiexclusiva (20 horas) y antigüedad promedio (10 años) pasará de 667 a 777 pesos, un 17 por ciento más; un profesor adjunto con dedicación simple (10 horas) y antigüedad media pasará de 344 a 400 pesos, un 16 por ciento más.
Ante los anuncios oficiales, la reacción de la comunidad académica fue diversa. Los rectores del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) reconocieron “el esfuerzo del Gobierno por revertir una situación de atraso que lleva varios años”, si bien admitieron que no se cubren las expectativas. Al margen, el CIN se comprometió a abrir en menos de 90 días una comisión para discutir con los gremios el escalafón del personal, la estabilidad laboral y la carrera docente, entre otras cuestiones eternamente postergadas por la crisis salarial.
De las tres federaciones docentes del país, sólo la Fedun –la única vinculada a la CGT– dio su conformidad y suspendió el paro de 48 horas que había convocado para la próxima semana. “Es un gran avance tras trece años de congelamiento salarial”, estimó Daniel Ricci, secretario general.
En cambio, la Conadu y la Conadu Histórica –ligadas a la CTA– definieron medidas de fuerza. No sólo consideraron insuficiente el aumento frente asus dos reclamos centrales: blanqueo total de los ingresos y una recomposición general que lleve el cargo testigo a la media canasta familiar. También se molestaron por el modo que eligió el Gobierno para concretar y comunicar los aumentos. “Es una falta de respeto. Había una mesa de negociación y ni siquiera nos hicieron una propuesta. Decidieron hacer los anuncios directamente, aun cuando les habíamos dicho que la cifra que manejaban era insuficiente”, contó Carlos De Feo, de Conadu. “El aumento se ha dado de una manera absolutamente unilateral, no hubo discusión con los gremios –coincidió José Luis Molina, de la Histórica–. Vemos cada vez con más preocupación e indignación la política evasora del Estado. Insisten con sumas no remunerativas que no aportan a las obras sociales ni a los haberes jubilatorios. Los universitarios seguimos siendo los trabajadores peor pagos del Estado.”
“¿Cuántos profesores con exclusivas hay en el sistema? Muy pocos”, protestó De Feo. Es que parte del enojo de los dirigentes docentes provino de los ejemplos divulgados por el ministerio sobre los efectos del incremento. “Tomaron casos sesgados que no se refieren a la gran mayoría. Un ayudante simple sin antigüedad va a recibir 15 pesos más, y un profesor semiexclusivo 54”, comentó Néstor Correa, de Conadu Histórica. Y Molina aclaró que, a diferencia de lo publicitado, el cargo testigo no incluye antigüedad, por lo tanto el nuevo aumento llevará el ingreso de esos docentes de 420 a 466 pesos, lejos aún de los casi 800 pesos de la media canasta familiar.