Un nuevo paro de 48 horas de los enfermeros del Garrahan concluyó ayer, mientras que un grupo de médicos que no adhiere a la huelga señaló que “la resistencia de los que estamos trabajando se está agotando”. Aclararon que el mensaje era tanto para las autoridades (a las que les reprocharon haber desoído “los pedidos que precedieron las medidas de fuerza”) como a los delegados gremiales que trocaron “reclamos justos en una guerra”. “Seguimos firmes con nuestra lucha”, les respondió el delegado de ATE Gustavo Lerer, en tanto que la Cámara Nacional de Apelaciones denegó un pedido de ATE para que dictase una conciliación. El próximo lunes decidirán en asamblea cómo continúa el plan de lucha.