Aunque no dan por terminado el conflicto, en la primera asamblea después de que se pagara el aumento del 20 por ciento los enfermeros del Garrahan resolvieron no hacer un nuevo paro. Reclamarán, en cambio, con un acto frente al hospital, la diferencia entre la mejora otorgada y un básico de 1800 pesos, brecha que afecta a las categorías bajas. El cobro del incremento, aunque lejano de lo que pedían los trabajadores de ATE, parece haber debilitado su plan de lucha.
El ministro de Salud, Ginés González García, dio por superado el conflicto incluso antes de que se conociera la decisión gremial. “Desde el punto de vista de la gente no hay más inconvenientes. Se atiende perfectamente y se opera”, sostuvo en declaraciones radiales.
El acto fue convocado para el jueves a las dos de la tarde, frente a la puerta de Combate de los Pozos.
En las últimas dos asambleas, luego de ofrecer al Gobierno una impasse de 15 días sin medidas de fuerza para facilitar el reinicio de negociaciones paritarias, los trabajadores de ATE decidieron paros de 24 horas, ambos concretados durante los últimos dos viernes, con asistencia a los lugares de trabajo. Durante la última protesta el Consejo de Administración pagó los salarios con el incremento del 20 por ciento. La mejora había sido rechazada por la Junta Interna de ATE, que considera inequitativa la distribución del aumento. El personal no médico quería, en lugar del porcentaje, una suma fija igual para todos de 550 pesos.