Hay que reconocer que el de Héctor Recalde es un caso curioso. Es candidato a diputado nacional del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires. Y, sin embargo, se anima a realizar algunos cuestionamientos al Gobierno que ni la propia CGT –a la que asesora laboralmente– hace. ¿Cómo explica la paradoja? “Es que la CGT es independiente de los partidos y los empresarios”, defiende el abogado a su amigo Hugo Moyano.
–No parece tan independiente.
–Mire, en 1973, la vieja ley sindical decía que los sindicatos tenían derecho a proponer candidatos y a apoyar partidos políticos.
–¿Esto justifica que Moyano no hable? ¿Los trabajadores andan fenómeno?
–Hace un impasse porque cualquier planteamiento incide en la campaña.
–¿Si éste no fuera un gobierno peronista haría más protestas?
–Lo que pasa es que Kirchner aumentó el salario mínimo de 200 a 650 pesos. Prorrogó la doble indemnización...
–Si Moyano hace silencio sobre lo malo del Gobierno...
–...el silencio lo rompo yo: ¡faltan levantar el mínimo no imponible, mejorar las asignaciones familiares, políticas contra el trabajo en negro, que se vienen dilatando! Pero ojo que este gobierno no es ofensivo con los trabajadores, por el contrario, consolida derechos.
–Eso es casi un elogio al ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Debo entender entonces que no aspira a su cargo, como se dice.
–No ¡Líbreme Dios! No tengo vocación por la función administrativa. –Siendo peronista, ¿por qué Kirchner sí y Duhalde no?
–Chiche votó la ley de Erman González que bajaba las indemnizaciones por despido. Cristina no.
–¿Qué le suscita que Kirchner no utilice la simbología del PJ?
–Los símbolos son importantes, hacen a la historia y las luchas. Yo cito frases de Perón porque me resultan útiles para expresar lo que quiero decir. Por ejemplo: “La gente es buena pero si uno la controla es mejor”.
–¿Está bien entonces impedir el ingreso de piqueteros a Plaza de Mayo?
–...(Sonríe.) Nooooooooooo. Permítame ese matiz con el Gobierno.
–Es algo más que un matiz.
–Mire, a pesar de lo que pedía el establishment, y la mayoría insolidaria, este gobierno no reprimió. Lo que sucedió con los telefónicos y en la Sociedad Rural fueron excepciones a la regla.
–No diga que hubo represión que lo pueden sacar de la lista.
–(Se ríe.) No soy un “sí Néstor”. Se lo demuestro: la desocupación no es del 12,1, sino del 15,7. Pero bajó más con esta medición que hago yo, es decir, considerando desempleados a los que perciben subsidios –dato que blanqueó el Gobierno–, ya que antes estaba en el 26.8 por ciento. Bajó casi 11 puntos.
–¿La pluralidad permite que haya candidatos sindicales con Macri?
–Me resulta difícil entender la participación de Daniel Amoroso en la lista de Macri. El grupo Macri tuvo actitudes antisindicales notorias. Perseguía a los trabajadores del Correo que se afiliaban a un sindicato. Y esto no es retórico. Cuando Macri, en el pliego de concesión del Correo, pone como inversión el pago de indemnizaciones por despido y Menem lo tolera...y ni hablar del tema del contrabando...
–Si Moyano convoca un paro y Kirchner le ordena que trabaje, ¿qué hace?
–Adhiero al paro. Provengo del movimiento obrero.
–¿Usted es la pata peronista del kirchnerismo?
–Ojo que en 1991 competí, en una lista de Ubaldini, con el duhaldismo.
–Esa vez no le fue tan bien con El Padrino.
–Bueno... la lectura no fue da la mafia. Pero cuando uno tiene que explicar perdió. Unos quiere construir, otros destruir.