Los choferes de camiones repartidores de gaseosas y cervezas convocaron a un paro nacional por tiempo indeterminado en reclamo de un aumento salarial del 30 por ciento. La medida fue decidida luego del fracaso de una audiencia realizada en el Ministerio de Trabajo y afectará a las empresas Brahma, Coca-Cola, Pepsi, Quilmes y Villavicencio, que ayer advirtieron sobre la posibilidad de un desabastecimiento de bebidas si no se destraban las negociaciones en los próximos días.
Si bien el conflicto terminó de estallar ayer, el pedido que sostienen los camioneros se viene arrastrando desde hace algunos meses. Puntualmente exigen un aumento del 30 por ciento, con lo que los salarios superarían el piso de los 2000 pesos. Hoy un repartidor de bebidas cobra alrededor de 1600 pesos mensuales y un ayudante aproximadamente 1300. Así lo consignaron fuentes sindicales, luego de destacar los beneficios percibidos por las empresas de bebidas en la era pos-devaluación. “Los trabajadores reclaman lo que legítimamente les corresponde, ya que las multinacionales ganaron cifras siderales durante años a costa del personal y de los consumidores. Y, sin embargo, hoy se niegan a otorgar un aumento salarial”, afirmó el titular del gremio, Pablo Moyano.
Las medidas comenzaron ayer por la mañana con un paro en Capital y la provincia de Buenos Aires, luego de que una asamblea realizada por los choferes decidiera profundizar el plan de acción para reforzar los reclamos. La reacción del Ministerio de Trabajo fue casi inmediata y el titular de la cartera, Carlos Tomada, convocó a los trabajadores y a los empresarios a una audiencia de conciliación. Sin embargo, el encuentro que se extendió durante más de tres horas finalmente no consiguió llegar a ningún acuerdo. Al terminar la audiencia, Moyano se quejó de que no se presentaron los representantes del sector patronal. “Nos vamos porque es evidente que a los empresarios no les interesa conversar con nosotros para solucionar el conflicto. Ni siquiera aparecieron en la audiencia”, comentó al salir de la sede de Leandro N. Alem. Por su parte, Jorge Silva, secretario adjunto del sindicato, disparó contra las empresas y aseguró que la propuesta “es totalmente insuficiente”, aunque no transcendieron los detalles de la oferta.
En respuesta, el titular de la Cámara Cervecera, Fernando Lascano, criticó que “la pretensión salarial de Hugo Moyano es de un cumplimiento imposible”, al mismo tiempo que destacó el aumento que habrían cosechado en el sector durante los últimos meses. “Ya se incrementó un 80 por ciento. Los salarios están en un promedio de 2000 pesos. Si se agregara un 50 por ciento, se situaría en los 3000 con la consecuencia previsible sobre los escalafones de la industria y el ritmo de inflación”, manifestó alertando sobre los alcances que podría a llegar a tomar el conflicto. Para concluir, el funcionario advirtió sobre la posibilidad de un desabastecimiento de bebidas para las próximas horas. “A partir de la mañana de hoy el 80 por ciento de la industria de cerveza, agua y gaseosas está bajo bloqueo del sindicato de camioneros”, remató.
Las empresas que se encuentran afectadas son Brahma, Coca-Cola, Pepsi Cola, Cervecería Quilmes y Villavicencio, que ayer ya tenían cerradas algunas plantas. Apenas iniciaron el paro, los camioneros tomaron las sucursales que Coca-Cola tiene en Pompeya y en Berazategui. Mientras que Lascano informó que también fue bloqueada la planta de Danone en Santos Lugares. La más afectada por el momento fue la cervecera Quilmes, que mantiene cerradas las plantas de Zárate, Luján y Quilmes, así como el centro de distribución de Pompeya.
El panorama empeorará en las próximas horas porque al convocar a un paro general, los camioneros anunciaron que las tomas se extenderán a todas las provincias a partir de la medianoche. Asimismo destacaron que la protesta incluirá posibles cortes de calles y acampes frente a las fábricas. Ante el rumor que comenzó a correr luego del anuncio, alertando sobre la posibilidad de que un sector no adhiriera a las medidas de fuerza, Pablo Moyano se encargó de señalar que la protesta es “totalmente acatada” porlas distintas plantas de distribución. Como para despejar dudas, destacó además que será por tiempo indeterminado, ante lo cual en Trabajo se estaba evaluando convocar a una conciliación obligatoria. Sin embargo, hasta el momento el anuncio se venía haciendo esperar y el conflicto amenaza con extenderse, por lo menos, hasta el fin de semana.