Alberto Balestrini se convirtió, en apenas tres días, en el hombre más mencionado de la campaña kirchnerista. Luego de que dijera que había que “hablar con el duhaldismo” después del 23 de octubre, el Gobierno salió a criticarlo –la tarea le quedó al jefe de Gabinete– y se diferenció de sus dichos. Ayer, Balestrini estuvo con el Presidente en Mar de Ajó. Luego visitó a Alberto Fernández en su despacho de la Rosada. Lo acompañaron Julio Pereyra (Florencio Varela) y Alberto Descalzo (Ituzaingó). Según allegados a Balestrini, en la charla no se habló de sus declaraciones. Horas antes, el matancero había insistido con su argumento de que en el Congreso, desde diciembre, habrá que buscar el “consenso”. Aunque aclaró que en esa negociación –como había hecho el domingo en una entrevista con Página/12– no incluirá a “todos los compañeros” del duhaldismo.
Detallista cultor del bajo perfil, Balestrini estuvo todo el día en la agenda mediática. Desde temprano lo buscaron las radios para ver si ratificaba sus dichos sobre una eventual negociación post-electoral con el duhaldismo. Bien temprano salió por Radio 10, en el programa de Marcelo Longobardi. “Yo dejé bien claro que después del 23 de octubre me gustaría conversar sólo con algunos de los compañeros que integran la boleta del Partido Justicialista. No con todos”, dijo en la entrevista. Al mediodía viajó a Mar de Ajó junto a Kirchner, su esposa y Felipe Solá, para participar de un acto de campaña del Frente para la Victoria. Y a la tarde, tras regresar a Buenos Aires, se fue a la Rosada con Pereyra y Descalzo.
Balestrini escuchó la primera ironía antes de que comenzara la reunión con el jefe de Gabinete: “Si te defiende Longobardi, por Radio 10, es que hiciste algo mal”, le dijeron, medio en broma, medio en serio. La reunión, según comentó a Página/12 uno de los participantes, siguió por otros temas: el último tramo de la campaña de Cristina Kirchner, que incluye un acto masivo en José C. Paz –el municipio más pobre del conurbano, que maneja “el Japonés” Mario Ishii– el 17 de octubre, para recordar el Día de la Lealtad. Tres días después será el cierre de campaña. Al igual que en abril de 2003, el escenario elegido es el Mercado Central. Balestrini volverá a ser el anfitrión. También se decidió que el comando seguirá el escrutinio el 23 de octubre desde el Hotel Intercontinental.
En relación con los dichos sobre el duhaldismo, cerca de Balestrini dijeron que en el encuentro “no hubo que descomprimir absolutamente nada”. El argumento que sostienen es que el Frente para la Victoria conseguirá a lo sumo 90 diputados en todo el país, una cifra distante de los 129 que se necesitan para el quórum. Eso obligará a negociar con todos los bloques. Ante ese panorama, Balestrini empezó a tender puentes con los legisladores que considera más afines. Así define a algunos duhaldistas, como Eduardo Camaño y Jorge Villaverde, con los que ya estuvo reunido (y varias veces). Aunque Camaño desmintió esos encuentros, colaboradores de Balestrini los ratificaron dando detalles. “Hubo un almuerzo en el comedor de la presidencia de Diputados, Balestrini ingresó por la calle Combate de los Pozos, y la última reunión con Camaño fue hace quince días”, dijeron.