El presidente Néstor Kirchner tomó un respiro de la campaña electoral y partió rumbo a España para participar de la XV Cumbre Iberoamericana de Salamanca. Si bien el oficialismo se lleva en la agenda numerosas cuestiones, el intento por resolver la situación de Aguas Argentinas y la renegociación del nuevo contrato con Telefónica encabezan las preocupaciones de la comitiva oficial. La cumbre debutó ayer con la decisión de apoyar la demanda de extradición del terrorista anticastrista Luis Posada Carriles, que presentó Venezuela ante Estados Unidos.
La presencia de Kirchner en el encuentro estaba en duda. Sin embargo, ante la urgencia por encauzar los distintos frentes abiertos con las empresas españolas, la Casa Rosada viajó en pleno a la península ibérica con la esperanza de poder conseguir algún avance en los conflictos antes de las elecciones. En este sentido, la atención estará puesta en la reunión bilateral que mantendrá Kirchner con Zapatero, prevista para mañana. Allí se abordarán los temas más espinosos de la relación bilateral. Entre ellos el Gobierno buscará llegar a algún entendimiento en la pelea por Aguas Argentinas, donde la española Aguas de Barcelona tiene una participación minoritaria. Justamente una de las opciones que se habían barajado tras el retiro de Suez –controlante de Aguas de Barcelona– había sido la posibilidad de que la catalana tomara a su cargo la empresa argentina, aunque la versión luego fue rechazada por sus directivos.
Otra de las cuestiones que va a ocupar a Kirchner es la renegociación del contrato de Telefónica y de Endesa, ambas con juicios multimillonarios contra el país en el Ciadi. Al respecto, desde el oficialismo prefirieron mantener la cautela y evitaron dar declaraciones hasta tanto no se concreten las primeras reuniones. Sí hay expectativas por la posibilidad de un acuerdo comercial para exportar ferrocarriles. En caso de que las negociaciones lleguen hacia un buen cauce, el país estaría comprando mil vagones y locomotoras. Lo que aún estaba en discusión es la pretensión española para que las reparaciones se hagan en aquel país, mientras que Kirchner busca que se lleven a cabo en los talleres locales.
La Cumbre Iberoamericana se estrenó ayer con la decisión de apoyar la demanda de extradición del terrorista anticastrista Luis Posada Carriles.
Venezuela pidió la extradición de Posada a Estados Unidos, porque el avión había despegado de Caracas y el ex agente de la CIA está nacionalizado venezolano. Sin embargo, fue rechazada por Washington, que argumentó tener poca confianza en la Justicia venezolana. La medida ratificada en la Cumbre correspondió a una propuesta realizada por Cuba, que, sin embargo, no cuenta con representantes en el encuentro ya que Fidel Castro decidió no asistir, tal como lo viene haciendo desde el 2001.